Regreso a la plaza de Cupido

Cinco años después, los reinosanos volvieron ayer a las barricadas y se reencontraron en el parque de Cupido, que en 1987 fue lugar de concentración de los trabajadores movilizados contra una fuerte reconversión industrial. Precisamente ayer, coincidiendo con la jornada de huelga general, se cumplía un quinquenio de la liberación por las fuerzas antidisturbios del director de Forjas y Aceros (Foarsa), Enrique Antolín, retenido durante toda la noche en su despacho por los obreros que exigían la negociación del convenio colectivo. Aquella mañana pudo verse a un pelotón de guardias civiles acorralado por los trabajadores en una callejuela protagonizar una patética escena de indefensión bajo un vendaval de piedras. Son los mismos agentes que recientemente, en el juicio por la muerte del trabajador Gonzalo Ruiz, declararían en la Audiencia Provincial que habían sido traídos a Reinosa sin conocer las técnicas de la lucha antidisturbios.Ejemplo de decadencia

En 1992 Reinosa sigue siendo en Cantabria un ejemplo vivo de la decadencia. En los últimos 15 años su población activa ha descendido de 9.200 habitantes a 6.000. El clima de desesperanza que puso en pie a la ciudad en la primavera de 1987 continúa cargado de los mismos nubarrones. Por entonces, el casco urbano estaba compuesto de 1.049 inmuebles con un total de 5.114 viviendas. De aquéllos, más de la mitad se levantaron en épocas de esplendor, de 1965 a 1980, cuando las horas extraordinarias en las empresas se simultaneaban con las chapuzas fuera de las fábricas y la crianza del ganado. Entre 1985 y 1988, ya en plena reconversión, no se construyó aquí ni una sola vivienda nueva. Cinco años después nada ha cambiado a mejor. El declive industrial se acentúa y algunas empresas nuevas levantadas en el polígono de La Vega llevan años reclamando infructuosamente las subvenciones oficiales prometidas para iniciar una reindustrialización que no se ha operado.

Los mismos trabajadores de entonces se echaron ayer a la carretera 611, que comunica Cantabria con Castilla, para levantar entre Reinosa y Mataporquera dos barricadas con las que consiguieron impedir la circulación dos horas.