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Libertad en Cuba a cuenta de Fraga

Cinco presos políticos salen a la calle gracias a la gestión del presidente de la Xunta gallega

"Estamos libres sólo gracias a Manuel Fraga", dijeron con un nudo en la garganta los dos ex presidiarios. Habían salido del tanque hacía unas pocas semanas, y ahora, paradójicamente, estaban en la calle de la Cárcel, donde se alza, frente al castillo de los Tres Reyes Magos del Morro, la Embajada de España en La Habana. Los dos vinieron aquí para expresar su agradecimiento al presidente de la Xunta gallega y para iniciar la tramitación de su visado de entrada a España. Fraga, un adversario político, e ideológico de Fidel Castro, había gestionado y conseguido, increíblemente, su libertad.Pero Fraga no logró sólo eso. Entre lacón con grelos, orujo y vapores de queimada, dialogando de frente con el presidente cubano, Manuel Fraga consiguió lo que no pudieron otros. Además de la excarcelación de un primer grupo de cinco presos políticos, al que pertenecen Abel Palomino Rodríguez, de 61 años, y Benito García Oliveras, de 69, ambos con visado concedido para entrar a España, el Gobierno cubano podría liberar en las próximas semanas a otros 10 presos políticos, y cuatro comunes gracias a los buenos oficios del fundador del Partido Popular.

"Que estemos en la calle. se lo debemos a Fraga, y la mejor forma de corresponderle es viajar a España y no a Estados Unidos", afirmaron los ex presidiarios que fueron liberados el 12 de diciembre del año pasado. Son, además de Abel y Benito, condenados a 20 y 30 años de cárcel por atentado y sabotaje, Ernesto Arregitia Rubio, 30 años por el incendio del teatro Amadeo Roldán; Israel López Toledo, 21 años y 131 días por sabotaje, y Orlando Miret Castillo, quien salió ya de la isla el 27 de febrero hacia EE UU.

En cuanto al segundo grupo, La Habana sólo pone una condición para su excarcelación: cuando España les conceda los visados, todos estos reos tienen que salir directamente hacia el aeropuerto.

También están encarcelados en Cuba dos españoles, Antonio Heredia Salvatierra y Félix Montenegro Buenechea, por tráfico de drogas y entrada ilegal a la isla. Ellos no necesitarían visados, sino únicamente ser repatriados. Del resto, 10 son presos políticos y dos comunes. Cuatro eran miembros del grupo disidente Movimiento Integracionista Democrático, condenados en julio de 1990 a penas entre los tres y los siete años, e incluidos en la gestión de la Xunta por solicitud de Amnistía Internacional.

Roberto Calveiro León, castigado por "piratería" con 30 años de cárcel cuando tan sólo tenía 16 años de edad, y Raudel Ródríguez, también con 30 años por rebelión, están asimismo en esta lista, junto a Orestes Peña (20 años, por espionaje), Ezequiel Díaz (30 años, por sabotaje), Rogelio Abreu (infiltración, 30 años) y Daniel Delgado de la Puente (30 años, rebelión).

Pero negociar con las autoridades cubanas la libertad de estas 19 personas no fue cosa fácil. El secretario para las relaciones exteriores de la Xunta, Fernando Amarello de Castro, viajó en varias ocasiones a La Habana tras la visita de Manuel Fraga a la isla en octubre del año pasado, y aquí negoció con el vicepresidente cubano, José Ramón Rodríguez, la lista definitiva de los que saldrían.

De una relación inicial de 31 nombres, Cuba aceptó finalmente 23, entre los qué además de estos 17 reclusos hay vanas personas que, sin estar encarceladas, solicitaban el permiso de salida. Estas 23 personas podrían marchar de Cuba en los próximos días, gracias, increíblemente, a la diplomacia de un adversario político de Fidel Castro, Manuel Fraga.

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