El albergue español

(...) La afirmación nacionalista en Cataluña y el País Vasco (...) no pone en tela de juicio el pacto constitucional, por ambigua que resulte a veces. El PNV (...) se arriesgará tanto menos a reivindicar efectivamente el derecho de autodeterminación, cuanto que un voto favorable a la independencia consagraría su derrota y la victoria de los extremistas de ETA, de quienes se ha distanciado claramente. "El sueño independentista clásico en la Europa en que vivimos se ha desvanecido para todo el mundo", declaraba el 20 de enero a EL PAÍS el ex jesuita Xabier Arzalluz, presidente y cerebro del PNV. (...)En Cataluña el presidente Jordi Pujol, de CiU (...), insiste en su afirmación de una "nación catalana" con todos los derechos que de ello se derivan. Pero no se trata de formar un Estado aparte, cosa que rechaza formalmente, sino, al contrario, de ser "el Estado en Cataluña", según su astuta y brillante fórmula. Esto supone reivindicar para el Gobierno. catalán la representación total del Estado español en la Generalitat. (...) Las cuestiones formales cuentan todavía y crean a veces tensiones bruscas, pero sin que se pueda llegar a imaginar una ruptura. "En España no hay ya problema autonómico", dice Miquel Roca, líder parlamentario de CiU y uno de los padres de la Constitución. "El sistema, especialmente en Cataluña, puede perfeccionarse, pero no va a ocurrir nada que llegue a ser un día una amenaza para la unidad española".

8 de marzo