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Buchanan mantiene su desafío electoral a Bush

Antonio Caño

"El trono del rey George se tambalea", dijo uno de los portavoces del candidato republicano Pat Buchanan, que mantiene su desafío al presidente George Bush con un 30% o más en todas las elecciones en las que participó el martes. Entre los demócratas, todo ha quedado reducido al duelo Paul Tsongas-Bill Clínton. Ambos cumplieron con sus objetivos en estas primarias y afrontan con similares posibilidades este momento crítico de la carrera hacia la Casa Blanca.

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George Bush superó a Buchanan en las tres elecciones primarias republicanas con un margen que a cualquiera le puede parecer más que suficiente como para no dudar de la fortaleza de su triunfo: 64% a 36% en Georgia, 70% a 30% en Maryland y 68% a 30% en Colorado. Pero estos resultados constituyen, al mismo tiempo, una prueba del alto grado de descontento entre el electorado hacia la política del presidente.Con estas cifras, como ya ha anunciado, Pat Buchanan tiene argumentos mas que suficientes como para continuar en la batalla por la nominación, con posibilidades, incluso, de aprovechar sus buenos resultados de Georgiacomo plataforma de lanzamiento para cosechar éxitos mayores en los Estados del sur, donde existe una tendencia conservadora más próxima a las posiciones del comentarista político.Bush interpretó los resultados de este minimartes como "un paso más en el objetivo de ganar en todas las primarias", aunque reconoció que hay que prestar atención "a las quejas" del electorado y que comprende "la frustración con Washington". El portavoz de la Casa Blanca, más preocupado que su jefe, declaró que, "desde luego, no es alentador encontrarse con esta clase de descontento entre los miembros del propio Partido Republicano".

El resultado de Georgia es particularmente grave para Bush por cuanto se ha producido en un terreno, el sur del país, que siempre ha dominado el presidente, y porque, la Casa Blanca había concentrado allí un gran esfuerzo de campaña electoral en las últimas semanas.

Inmediatamente después de estos resultados, Bush viajó ayer a Florida, y,tiene previsto visitar de nuevo Tejas, donde ya estuvo haciendo campaña la pasada semana. Estos dos Estados son claves en el supermartes del próximo 10 de marzo. Bush tiene que tener mucho cuidado en no sufrir un traspié en ninguno de ellos. En Florida, Buchanan ya está dando muestras de fortaleza.

Vencedor moral

Buchanan también prosiguió su campaña nada mas declararse vencedor moral en Georgia. Sentado en la cabina de pilotos del avión que le llevaba a un nuevo recorrido electoral por el sur, el candidato republicano dijo que ya está demostrado que su presencia en estas elecciones no es un simple fenómeno de un Estado, sino que tiene características de "movimiento nacional". Anunció que la próxima vez obtendrá "un verdadero triunfó".

La mayoría de los observadores dudan de las posibilidades de Buchanan de ganar en alguna de las elecciones primarias que quedan por celebrarse. El objetivo de este nuevo y sorprendente dirigente ultraconservador parece más bien encaminado en una de estas dos direcciones: ganar nombre y prestigio con vistas a las elecciones presidenciales de 1996 o desestabilizar a Bush hasta el punto de que, presionado por su propio partido republicano, se vea forzado a retirarse de la carrera antes de llegar a su final.

Por lo que respecta a los de mócratas, la única sorpresa de la jornada electoral es el resurgimiento de Jerry Brown, que obtuvo el triunfo en las primarias de Colorado, fue segundo, a poca distancia de Tsongas, en Utah, y consiguió un decoroso segundo puesto en Georgia y Maryland. El ex gobernador de California ha alcanzado influencia con un discurso en contra del propio sistema político norteamericano, contra el papel de los partidos y de los medios de comunicación y a favor de las minorías. En Colorado, por ejemplo, su triunfo está basado exclusivamente en su política de defensa de la ecología. En ese Estado, Paul Tsongas se vio privado de la victoria por declararse partidario de la energía nuclear.

Tsongas, con su victoria en el difícil Estado de Maryland -donde se junta la clase media alta de las afueras de Washington DC con la mayoritaria población negra de Baltimore- ha conseguido romper con el esquema de que era simplemente un candidato regional y confirma sus posibilidades en todo el país. Además de Maryland, Tsongas ganó en el Estado de Washington y fue segundo en Idaho y Minnesota. En Georgia, donde menos posibilidades tenía, alcanzó un buen 24%, ocho puntos más de lo que obtuvo aquí Dukakis en 1988.

Bill Clinton, por su parte, hizo lo que tenía que hacer: ganar en Georgia. Como sureño que es, Clinton debe repetir estos buenos resultados en el supermartes para llegar con buenas posibilidades al día 17, cuando las elecciones vuelven al norte, a los importantes Estados de Illinois y Michigan.

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