El policía que mató al etarra Mikel Castillo alega defensa propia

El policía nacional Rafael Navarro Vacas, procesado por un presunto delito de homicidio en la persona del miembro de ETA Mikel Castillo, que murió el 18 de septiembre de 1990 a consecuencia de un disparo de este agente cuando huía por la calle del Carmen de Pamplona, manifestó ayer en la primera jornada del juicio iniciado en la Audiencia Provincial que el etarra, de 23 años de edad, huía armado con una pistola y que se vio obligado a dispararle en defensa propia, al volverse el terrorista hacia él con el arma en la mano durante la persecución.El testimonio de Navarro se contradice con el de Rosa María Goicoechea, vecina de la calle donde se produjeron los hechos, que manifestó ante el tribunal que Mlkel Castillo huía desarmado. El también miembro de ETA Bautista Barandalla, detenido aquel mismo día, rectificó ayer ante el juez declaraciones anteriores "hechas bajo amenazas policiales", según señaló, y dijo que Castillo no portaba armas. La acusación fiscal califica los hechos como un delito de homicidio, pero pide la absolución del policía al considerar que actuar en el cumplimiento de su deber y en defensa propia. La acusación particular considera la muerte de Castillo un asesinato y pide 30 años de prisión. La defensa pide la libre absolución.