El golpe en el país magrebí evitó un "mal seguro", según Fernández Ordóñez

El ministro de Exteriores Francisco Fernández Ordófiez fue ayer más explícito que nunca hasta ahora en su justificación del golpe de Estado que impidió la celebración de la segunda vuelta de las elecciones en Argelia. El jefe de la diplomacia española afirmó que "se trató de evitar. un mal seguro". "ciertas fuerzas políticas argelinas habían anunciado sus intenciones" antidemocráticas, añadió, en una clara alusión al Frente.Islámico de Salvación (FIS).Fernández Ordóñez se solidarizó incluso con una declaración efectuada el jueves por su homólogo portugués, Joáo de Deus Píriheiro, que en París suscitó ciertas reservas, según la prensa francesa. Tras recibir al jefe de la diplomacia argelina, Lakdar Brahimi, Pinheiro sostuvo que 11 el porvenir que la primera vuelta de las elecciones' legislativas permitía vaticinar para Argelia no era, desde luego, democrático". El comentario "es representativo de la opinión de los Doce", aseguró el ministro español.

Convencido de la necesidad de "tirar de la cuerda" para que los socios de Europa septentrional, dediquen más interés al norte de África, Fernández Ordófiez no consiguió, sin embargo, su anunciado propósito de que sus 11 homólogos acepten la convocatoria de un Conse o de minisj

tros monográfico sobre el Magreb. Obtuvo, en cambio, un lote de consolación con el e ncargo hecho a España de redactar un informe, que deberá estar listo dentro de dos semanas, sobre "una posible adaptación de las relaciones" de la CE con el Magreb.

Requisitos democráticos

El ministro no explicó en qué podía consistir esta puesta al día pero, a juzgar por sus benevolentes comentarios, y los de sus colegas, sobre la actuación de los gobernantes argelinos está claro que los Doce no parecen dispuestos a exigir a los norteafricanos los mismos requisitos democráticos que se han esforzado por promover, por ejemplo, en Centroamérica.

El bomunicado final aprobado por los Doce sobre Argelia resalta la voluntad de la CE de cooperar con las autoridades del país en su recuperación económica al tiempo que piden a su Gobierno que durante este periodo ide transición practique el "respeto a los derechos humanos, la tolerancia y el pluralismo".

Por lo que respecta a Marruecos, el comisario Abel Matutes y el ministro de Exteriores francés, Roland Dumas, hicieron la atrevida propuesta de crear una zona de libre cambio con la CE. Acaso la idea sirva pára consolar al Gobierno de Rabat por el bloqueo de las ayudas financieras al que le somete el Parlamento Europeo a causa de su falta de respeto- de los derechos humanos.

Los doce ministros hicieron también un llamamiento, a propósito de Oriente Próximo, a favor de una ampliación de la representación palestina en la siguiente fase de las conversaciones multilaterales.