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González y Pujol confirman el clima de entendimiento entre los socialistas y CiU

El presidente del Gobierno, Felipe González, y el de la Generalitat, Jordi Pujol, cambiaron sus respectivos programas y almorzar ayer en privado en casa del empresario Pere Duran Farell, en Premià de Dalt, aprovechando la visita del primero a Barcelona. Ambos políticos, que ya habían dado muestras de una sintonía pocas veces vista durante la cena del viernes en la que González recibió el título de Andaluz del Año, confirmaban así el clima de entendimiento entre socialistas y convergentes. González visitó por la mañana las obras olímpicas acompañado del alcalde Pasqual Maragall y confesó sentirse "impresionado" por la nueva Barcelona.Los años de distanciamiento entre ambos dirigentes provocado por la presentación de la querella de Banca Catalana en 1984 empezaron a ser olvidados en mayo de 1991 tras una reunión de tres horas en La Moncloa, al térniino de la cual Pujol dio por firmada la paz con un escueto "creo que hemos vuelto a sintonízar". Desde entonces, los dos no se habían vuelto a ver en privado. Ayer tarde, tras el almuerzo, Pujol reiteró en Figueres que estaba "muy satisfecho" del encuentro.

La entrevista cogió desprevenida a la dirección del PSC, pero el primer secretario del PSC, Raimon Obiols, dio por buena la pérdida de protagonismo de su entrevista matutina con González, en beneficio del mensaje de normalidad que el almuerzo entre los dos presidentes entrañaba.

Obiols explicó al presidente los puntos de su propuesta anticorrupción en la entrevista que ambos mantuvieron, previa a la que González mantuvo con Pujol. Siempre que Felipe González se tiene, que ver con el presidente catalán, mantiene antes una conversación con Obiols.

La noche del viernes, González y Pujol mantuvieron una cordial actitud en la cena organizada por la Casa de Andalucía. Las palabras del presidente del Gobierno tras recibir el galardón de Andaluz del Año fueron del agrado de Pujol. González reivindicó el prestigio y la honorabilidad de los políticos españoles que protagonizaron la transición, con una referencia especial a Pujol, e hizo explícita referencia al papel positivo de los empresarios catalanes.

Felipe González realizó ayer su segunda visita privada a las obras de Barcelona 92, a poco más de cinco meses para la inauguración de los Juegos Olímpicos. El presidente del Gobierno expresó su confianza en el desarrollo de los preparativos y se declaró impresionado por el estado de las obras olímpicas. "Todo esto es impresionante", dijo nada más bajar del piso 38 de una de las dos torres que coronan la Villa Olímpica de Poblenou.

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