Una circular secreta de Vera admite que ETA tiene cierta infraestructura en Barcelona y Valencia
El Ministerio del Interior reconoce que ETA dispone de "una cierta infraestructura permanente" en Barcelona y Valencia, y quizá en otras poblaciones próximas, según una circular secreta firmada por el secretario de Estado para la Seguridad, Rafael Vera, y distribuida a los mandos de la lucha antiterrorista. El texto señala que el llamado comando itinerante está integrado por dos grupos operativos con capacidad para actuar en dos ciudades simultánea o sucesivamente.
La circular fue firmada el 16 de enero pasado, al día siguiente del asesinato en Valencia del catedrático de Derecho y consejero de Estado Manuel Broseta. Vera ratifica la hipótes de que tanto este atentado como los dos perpetrados en Barcelona el mismo mes, pero con anterioridad, en los que murieron un comandante y dos suboficiales, han sido obra del mismo comando. Esta afirmación cuenta con "bastantes garantías" basadas en el análisis del "modus operandi" en cada caso, el relato de los testigos y otros indicios de la investigación.Para la Secretaría de Estado, el "comando itinerante" dispone de "una cierta infraestructura permanente, más o meno potente, en las ciudades o los alrededores de Barcelona y Valencia". La evidencia parece haberse impuesto al equipo directivo de Interior, que inicialmente negó la existencia de infraestructura y consideraba que los primeros atentados del año no debían alterar este análisis.
Los máximos responsables de la lucha contra ETA tampoco descartan que la organización terrorista pueda disponer "de idéntica infraestructura en otras poblaciones" de Cataluña, de la Comunidad Valenciana o de la provincia de Zaragoza o incluso en zonas limítrofes. Un papel prioritario atribuido por la circular a la infraestructura consiste en suministrar a los ejecutores "informaciones precisas" para la preparación de los atentados.
Vera considera en el documento "muy posible" que la estrategia inmediata de ETA consista en desarrollar la espiral de violencia "con un afán muy calculado" de "forzar la negociación con el Gobierno sobre la base de sus últimos planteamientos y reivindicaciones". La circular, en consecuencia, alertaba, ya a mediados de enero sobre la posibilidad de nuevos asesinatos para crear alarma social y debilitar la posición del Gobierno y la imagen exterior de España.
El riesgo de comisión de nuevos actos terroristas en las ciudades escogidas como área de operaciones por el "comando ltinerante", según la circular, es "bastante elevado" y se centra en los miembros de los Cuerpos y Fuerzas de la Seguridad del Estado y de las Fuerzas Armadas. La circular contiene cinco medidas para tratar de frenar la ofensiva de ETA.
Autoprotección
Entre las medidas exigidas por la Secretaría de Estado figura el refuerzo de la autoprotección y prevención personal, que "deben ser exigidas exhaustivamente por los mandos" a los miembros de los cuerpos policiales. Otro criterio obligado es considerar la prevención absolutamente prioritaria "por encima de cualquier otro servicio policial", con la posibilidad incluso de reajustar los servicios y el número de efectivos dedicados.
La tercera medida es un aumento de los controles policiales en vías urbanas y carreteras con finalidad disuasoria frente a los terroristas. El documento destaca la idoneidad de esta práctica en la detención de miembros de ETA. Otra actuación prevista es intensificar las tareas de información y dedicarles mayores recursos humanos.
Vera incluyó como quinta medida la orden de que los gobernadores civiles procedieran la mayor brevedad a "alertar a las autoridades militares" de cada provincia sobre la campaña de ETA. El objetivo de esta comunicación era conseguir que los mandos trasladasen la información a la totalidad de los miembros de los tres Ejércitos, al tiempo que se les ofrecía ayuda y colaboración para facilitar la adopción de dispositivos de autoprotección y seguridad.
