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Uno de cada tres madrileños llegó tarde al trabajo por las huelgas del transporte

Los madrileños se enfrentaron ayer por vez primera a una huelga simultánea en el metro y en los autobuses municipales y sufrieron el mayor agobio de los últimos años: un 20% de aumento en el tráfico en las horas punta; la contaminación se disparó; las ambulancias quedaban retenidas en el colapso; uno de cada tres trabajadores llegó tarde a su empresa. La ciudad se convirtió por la mañana en una trampa donde quedaron atrapados los automovilistas y desasistidos los peatones. Los paros en el metro se registraron durante cuatro horas, pero distribuidas en los momentos de mayor intensidad de viajeros: de 7.00 a 9.00 y de 18.30 a 20.30. Continuarán hasta el viernes, y sin servicios mínimos.En la empresa de autobuses, la huelga cumplía su novena jornada, pero sólo era la segunda con servicios mínimos. Los escasos vehículos municipales llevaban a los peatones desde la periferia hasta las cabeceras de metro. Y allí se encontraban con que el ferrocarril subterráneo no funcionaba en las horas de mayor afluencia. Las autoridades vieron con cierta pasividad esta primera jornada de huelga conjunta en los transportes públicos del centro de la ciudad. El Consorcio Regional de Transportes ni siquiera publicó anuncios que ofrecieran información sobre los servicios mínimos de los autobuses.

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Huelgas solapadas

Madrid / 1 a 3

Editorial en la página 10

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