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La sede que cerró dos veces

La sede central del Frente Islámico de Salvación (FIS), en pleno centro de Argel, fue clausurada ayer por. la policía, y seis militantes que permanecían en su interior fueron detenidos. Ésta es la segunda vez en poco menos de nueve meses que el Gobierno cierra la sede del partido integrista.Horas antes, la calle había sido invadida por una docena de vehículos policiales, funcionarios de paisano con casco y soldados con bayoneta calada y el rostro cubierto por pasamontañas. "Ha sido una cohabitación imposible", afirma uno de los inquilinos sobre los casi dos años de molestias constantes, por el trasiego del local del FIS. "Ahora podremos salir con tranquilidad de casa, sin el peligro de que se nos prohíba la entrada porque se está deteniendo a tal o cual dirigente o por una investigación de rutina".

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El FIS llegó a este inmueble de Jelifa Bujalfa hace dos años, poco después de que se legalizara el partido y sus dirigentes extendieran una solicitud reclamando un local. La alcaldía decidió alojar al partido en un piso de cinco habitaciones, vacío desde hacía dos años y que fue una oficina municipal de higiene.

Lugar poco adecuado

Lo que el Ayuntamiento de Argel no preveía en aquel momento es que este apartamento era un lugar poco adecuado para un partido del futuro del Frente Islámico y que iba a provocar además permanentes molestias a sus vecinos. Por esta razón, poco tiempo después la Administración asignó al FIS un despacho más amplio situado en la calle de Hamanim, al otro lado del antiguo mercado de Clauzel, siempre dentro del barrio de Agha.Los dirigentes del FIS no renunciaron a su antigua sede y mantuvieron abiertos los dos despachos, mientras reclamaban un tercer edificio, ocupado por el antiguo hotel Oasis, sito en la gran avenida de Ziruf Yucef, frente al mar, a sólo un paso de la Asamblea Popular Nacional.

Este imperio inmobiliario empezó a desmoronarse el 30 de junio, cuando la policía clausuró el local de la calle de Hamanim, sentenció al FIS al ostracismo y le devolvió al apartamento de Jelifa Bujalfa, a dos pasos de la Embajada de España y uno del arzobispado.

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Los dirigentes del FIS resolvieron entonces los problemas de falta de espacio invadiendo la mezquita cercana, la antigua sede de la Iglesia católica española de San Carlos de Agha. Ésta ha sido durante los últimos meses la verdadera sede del FIS.

Ayer al mediodía, se recibió el comunicado número 15 de la organización, acompañado de una hoja informativa -El púlpito del viernes- con el que el FIS demuestra su propósito de mantener la organización en pie, aunque sea en la clandestinidad.

Para mayor escarnio policial, el comunicado iba firmado por el imam Abderezak Rayem, responsable del comité de información y del buró ejecutivo, sobre el que gravita desde hace unos días una orden de búsqueda y captura. Desde algún lugar del país el imam hizo un guiño al poder.

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