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EDUCACIÓN

El Consejo de Universidades da luz verde a la licenciatura de síntesis en Humanidades

La propuesta del Consejo de Universidades para la nueva licenciatura en Humanidades, de cuatro años de duración, reproduce el esquema general de la antigua licenciatura en Filosofía y Letras, incluidos sus cursos comunes, y propugna, entre otras novedades, el latín y el griego como lenguas obligatorias. Los alumnos de comunidades autónomas con lengua propia podrán optar entre la castellana y la cooficial. Concebida como una licenciatura "de síntesis" el proyecto de esta nueva carrera suscitó las críticas de las diversas ramas de las humanidades, especialmente la de los historiadores.

El objetivo de la nueva licenciatura es "institucionalizar una formación universitaria de carácter interdisciplinar en los campos de las humanidades, que tenga en cuenta de modo especial los distintos problemas del mundo contemporáneo y del hombre actual". También debe proporcionar una formación que permita cumplir "una función flexible y polivalente en las empresas e instituciones de las sociedades terciarizadas de nuestros días".La propuesta, que aún no ha sido analizada en la reunión del Consejo de Universidades pero que podría serlo en la que debe celebrarse el próximo martes, ha sido ya remitida a diversas universidades españolas para su estudio. De producirse su aprobación, algunos centros prevén su implantación ya en el próximo curso.

Cuatro años

La carrera, que podrá ser cursada en cuatro años, establece dos ciclos, de 64 créditos el primero y 30 el segundo, de materias troncales; el resto deberá ser completado por cada universidad con materias optativas. Un crédito equivale a 10 horas lectivas.Las áreas troncales que establece la propuesta son: Historia, Historia del Arte, Historia del Pensamiento Filosófico y Científico, Latín y Cultura Clásica, una lengua extranjera moderna y su literatura, y Lengua y Literatura (castellana o propia de la comunidad autónoma) para el primer ciclo. El segundo incluye Antropología Social, Filosofía, Geografía Humana, Historia Contemporánea y Psicología.

El borrador de decreto establece que la carrera constará de un mínimo de 300 créditos, de los que sólo 94 tendrán consideración de troncales (comunes y obligatorios para todas las universidades que deseen impartir la titulación), quedando el resto en manos de la propia universidad.

Podrán acceder al segundo ciclo, además de quienes hayan superado el primero, alumnos procedentes de otras carreras en determinadas condiciones.

En el primer ciclo, la parte más amplia corresponde a la Historia, con 16 créditos. La lengua y la literatura (12 créditos en el primer ciclo) serán las castellanas, aunque los alumnos de las comunidades autónomas con una lengua cooficial podrán optar libremente entre estudiar ésta o el castellano. También tendrá 12 créditos la correspondiente lengua extranjera moderna.

La Historia del Pensamiento (filosofía, historia de la ciencia y lógica) tiene asignados ocho créditos en el primer ciclo y otros tantos en el segundo. Ocho son también los créditos atribuidos en el primer ciclo a la Historia del Arte. Los créditos otorgados a las lenguas clásicas, que el proyecto denomina "Latín y cultura clásica% son también 8 y están divididos en latín y griego". El resto de materias de segundo ciclo son Antropología Social, Psicología, y la Geografía Humana.

Formación global

"En principio, es positivo, pero hay que tener cuidado con no hacer una carrera de segunda", advierte Carlos García Gual, catedrático de Griego en la Universidad Complutense de Madrid. García Gual cree que es bueno recuperar la vieja cultura de humanidades, perdida en parte en favor de una "especialización temprana" y que vale la pena volver a la idea de una formación más global". "Sin embargo, habría que cuidar", reitera, el no "hacer una carrera de segunda, a impartir por universidades de pocos medios y con salida sólo para profesores de bachillerato". ''La formación de profesores de enseñanzas medias" añade, "es bastante buena; de hecho es la misma que la de los profesores universitarios.El académico Pere Giniférrer cree que la formación latina de estos licenciados será insuficiente. En su opinión, "el latín debe ser obligatorio para todos los estudiantes" ya en el bachillerasto y antes de que opten por ramas específicas de ciencias o letras. Giniferrer distingue, dentro de la formación clásica, entre el latín y el griego, ya que, afirma, el primero está relacionado inmediatamente con las lenguas peninsulares, de ahí su interés general.

En mayo del pasado año, 42 académicos y catedráticos de historia efectuaron un manifiesto contra esta titulación, por entender que "resume saberes muy distintos sin un mínimo criterio" y que obliga a una trivialización de la enseñanza" de esos mismos saberes.

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