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Kohl y Genscher refuerzan la luna de miel con Hungria, Polonia y Checoslovaquia

Las relaciones entre Hungría y Alemania pasan por una luna de miel. Con Polonia, pese a los resabios históricos, nunca ha habido mejor entendimiento. Checoslovaquia insiste en que no importa que las inversiones germanas acaben haciéndose con todo el país.El canciller Helmut Kohl y su ministro de Exteriores, HansDietrich Genscher, visitaron ayer Budapest para firmar un tratado de cooperación y amistad europea. La semana pasada, el Gobierno de Bonn aprobó un tratado similar con Praga, y el lunes, en Varsovia, Genscher pidió el ingreso en la Comunidad Europea (CE) de estos tres países, colchón de Alemania ante la descompuesta Unión Soviética.

Hungría, el único Estado no eslavo de Europa central, por razones históricas como miembro poderoso de la monarquía danubiana ha sido siempre percibida de forma especial por los alemanes. Además, Bonn nunca olvidará que el 11 de septiembre de 1989 una decisión del Gobierno húngaro abrió la frontera a los refugiados de la antigua República Democrática Alemana (RDA) que querían salir hacia Occidente y provocó la caída del régimen comunista y la unificación alemana.

Kohl no dejó de mencionarlo ayer en Budapest. "Recuerdo ahora", dijo el canciller en el brindis, "los días dramáticos de la apertura de la frontera húngara para nuestros compatriotas. Nunca olvidaremos esta prueba de amistad y solidaridad". Kohl, sin embargo, esbozó un tímido aviso contra las tendencias autoritarias y nacionalistas que algunos adivinan en el Gobierno de Jozsef Antall. "Alemanes y húngaros se hacen responsables de una Europa en la que no sólo ha dejado de existir la confrontación ideológica y política de ayer, sino el nacionalismo de anteayer", afirmó.

El tratado firmado, que, según el Ministerio de Exteriores húngaro, "ha sido redactado sin ningún tipo de problemas", además de las cuestiones generales, fija acuerdos muy concretos como el apoyo cultural, la ayuda para la minoría alemana o la ayuda para la armonización del sistema judicial húngaro con respecto a la CE. El tema comunitario, que al igual que en Praga y Varsovia constituye la espina dorsal de la política exterior húngara, tampoco fue olvidado por Kohl.

La ofensiva diplomática alemana con los tres países centro-europeos empezó el lunes y martes en Varsovia, donde Genscher declaró que la CE debe admitir a esos tres países antes de Fin de siglo. Todo fueron parabienes para Genscher, a quien se le condecoró con la orden del mérito.

Incluso su homólogo, Krszysztof Skubiszewski, tras pedir inversiones alemanas, descalificó al ministro de Defensa, que había expresado sus dudas sobre una "inquietante expansión económica de la nueva Alemania". En el mismo contexto, una delegacion alemana viajó ayer a Praga para preparar la visita de Kohl, que tendrá lugar en fecha próxima.

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