Dos cazas británicos procedentes de Gibraltar interceptan a un avión comercial español en el espacio aereo nacional
Dos reactores británicos, procedentes del aeropuerto Gibraltar, interceptaron el pasado miércoles día 29 a un avión Fokker 27 de la compañía Aviaco que cubría la línea regular Melilla-Málaga, según han denunciado fuentes del Centro de Control Aéreo de Málaga, que ha elevado a la dirección general de Aviación Civil un parte sobre el incidente. El suceso se produjo sobre las 17,30 horas, cuando el Fokker 27, procedente de Melilla, se encontraba a unas 40 millas (70 kilómetros) al sureste de Málaga, sobre aguas del Estrecho y en pleno espacio aéreo español.Los responsables del Centro de Control de Málaga advirtieron la aparición en pantalla de dos blancos no identificados que se movían a gran velocidad en dirección al avión civil y advirtieron al piloto sobre la presencia de "dos tráficos desconocidos en rumbo de colisión". Los cazas llevaban el transpondedor encendido por lo que los controladores pudieron observar que cambiaban constantemente de altitud, entre 4.500 y 10.000 pies, mientras que el Fokker 27 volaba a 8.000 pies (unos 2.400 metros). Aunque el piloto no pudo ver llegar a los aviones málitares, ya que tenía el sol de cara, sí contempló cómo le cruzaron por encima y comentó al centro de control, "con bastante indignación, que uno de ellos le había pasado muy cerca", según las fuentes consultadas. Una vez interceptado el Fokker, los cazas viraron hacia la izquierda y regresaron a la zona en la que estaban realizando distintas evoluciones aéreas. El avión de Aviaco, de 44 plazas, aterrizó en Málaga sin mayores contratiempos.
Los controladores de la capital malagueña se pusieron en contacto con Pegaso, la red de control aéreo militar del Ejército del Aire, para conocer la identidad de los cazas implicados en el incidente. Una hora,después, Pegaso informó al centro de control de Málaga que los citados aviones estaban tomando tierra en ese mismo momento en el aeropuerto del Peñón.
El centro de control de Málaga hizo una última gestión ante la torre del aeropuerto de Gibraltar, cuyo supervisor confirmó que se trataba de "un avión británico" que había realizado "una interceptación" del avión comercial español, sin que existiera "riesgo alguno", por la "buena visibilidad" y porque se guardó una distancia de 1.000 pies, unos 300 metros, entre ambos aviones.
Estas explicaciones no dejaron satisfechos a los controladores españoles, quienes consideran "totalmente írregular" el comportamiento de los aviones británicos, que dieron una "pasada escalofriante, ignorando las normas más elementales de aviación y la propia soberanía española sobre su espacio aéreo". Ayer no fue posible obtener la versión de Aviación Civil ni del Ejército del Aire.
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