Desesperados por escapar de Sadam

Llegaron de golpe: 35 hombres, 23 mujeres y 26 niños. Todos ellos iraquíes, cristianos del norte del país, donde Sadam Husein volcó sus ansias de venganza después de la guerra del Golfo.El pasado verano huyeron por carretera a Jordania y se instalaron en la capital, Ammán. Allí han vivido los últimos seis meses sin salir de casa, con escasos recursos y con miedo a caer en manos de la policía secreta iraquí que, aseguran, campa por sus respetos en el centro. de la ciudad. La falta de garantías de que el Gobierno jordano les prorrogara el permiso de residencia les empujó a gastarse su dinero en un billete de ida con destino a Madrid.

La llegada del avión de la compañía Royal Air Jordania a Barajas en la tarde del sábado desencadenó "un aluvión sin precedentes", según la policía del aeropuerto. La Comisión Española de Ayuda al Refugiado (CEAR) les había advertido de la llegada de 37 iraquíes con intenciones de pedir refugio político. Pero los 84 desbordaron las previsiones policiales, cuyos efectivos no daban abasto.

Ante estas circunstancias, se dejó salir, por "razones humanitarias", a las mujeres y a los niños, que fueron acogidos por familiares o refugiados iraquíes, la mayoría residentes en las localidades madrileñas de Villalba y Móstoles. Otros fueron enviados a dos hostales de la cap¡tal que acogen habitualmente a solicitantes de refugio. Los cabezas de familia quedaron en la sala de tránsito número 3 del aeropuerto. La preocupación era patente ayer entre las asociaciones iraquíes en Madrid. "Nos han llamado diciendo que si podíamos llevarles algo de comer, que tenían mucha hambre".

"En estos casos es la compañía aérea la que debe encargarse de darles de comer. Al principio se habían negado, pero hemos estado negociando y al final se han hecho cargo", explicaba el comisario de Barajas.

En la tarde de ayer, el destino de estas personas seguía siendo incierto: fuentes de CEAR afirmaron que lo más probable es que los iraquíes salieran el lunes del aeropuerto, después de que las mujeres regresaran a la comisaria para completar todos los formularios. El comisario de Barajas afirmó que, de momento, seguían en la sala de tránsito: "Estamos a la espera de instrucciones".

Al mismo tiempo, representantes de los Ministerios del Interior y de Asuntos Exteriores y del Alto Comisionado de las Naciones Unidas para los Refugiados (ACNUR) se reunían para buscar una solución.

Según fuentes de los refugiados iraquíes en España, la mayoría de los recién llegados desea víajar a los Estados Unidos. "No ha sido una operación organizada", aseguraban ayer. "Las familias no se conocían, y durante el vuelo no se hablaron porque tenían miedo unos de otros. Están muy nerviosos porque la mayoría tiene familia en Irak y en Ammán".

En medios del exilio iraquí cunde el desánimo: "Hasta ahora son muy pocos los iraquíes que han logrado refugio, y tememos que esto ponga aún más difícil la entrada en España".

En Jordania hay en estos momentos cerca de 750.000 iraquíes que desean salir del país. "El problema seguirá en tanto que Sadam siga en el poder. Occidente lo ha armado hasta los dientes y ahora no quiere saber nada. Lo menos que pueden hacer Europa y Estados Unidos es aceptar a sus refugiados".