Cossiga disuelve el Parlamento y convoca elecciones anticipadas en Italia para los próximos 5 y 6 de abril
Francesco Cossiga, presidente de la República de Italia, anunció ayer la disolución del, Parlamento, tal y como se lo pidió el sábado el Gobierno, a fin de que las elecciones puedan celebrarse los próximos 5 y 6 de abril. En su mensaje al país, el presidente italiano, polémico por sus continuas críticas a los partidos y al funcionamiento de las instituciones, garantizó que la campaña electoral se desarrollará "sin interferencias" de ningún tipo.
Cossiga advirtió inmediatamente a los electores de los riesgos de la "partitocracia" y de la política de compromisos que ha caracterizado a esta primera República. Estos avisos del presidente adquieren un sentido claro a la luz de un mensaje de fin de año que no llegó a leer el pasado 31 de diciembre, pero cuyo texto íntegro fue dado a conocer por su secretaría precisamente el sábado, a la misma hora en que el primer ministro, Giulio Andreotti, fue a pedirle que disolviera el Parlamento.Conocido el texto de ese discurso, aireado ayer en los periódicos, caben pocas dudas de que los avisos de Cossiga equivalen a una recomendación de voto en contra de la Democracia Cristiana (DC) y de los ex comunistas del Partido Democrático de la Izquierda (PDS), dirigidos por Achille Occhetto.
En su intervención televisada de ayer, Cossiga se permitió incluso recordar que la 11ª legislatura, que concluye ahora, fue elegida cuando "la amenaza nuclear pendía todavía sobre el mundo dividido en dos bloques". Cossiga ha reiterado en los últimos tiempos que la caída del muro de Berlín ha privado de razón de existir tanto a la DC como al PDS.
La campaña electoral comienza, pues, con la polémica de una nueva interferencia por parte del jefe del Estado. Precisamente en protesta por este tipo de actos, Occhetto rechazó el sábado la invitación de Cossiga de que acudiera al Quirinal para expresar su opinión sobre el anticipo de las elecciones como han hecho todos los demás líderes políticos.
Cossiga reaccionó a ese desplante con el anuncio de que había pedido "audiencia" a Ochetto, pero luego se limitó a enviar a su secretario, Sergio Berlinguer, a la sede del PDS para que recabara la posición del partido. Cossiga hizo un llamamiento "a todas las fuerzas políticas, sociales, religiosas y culturales" a un nuevo pacto político nacional para impulsar una profunda reforma de las instituciones que, dijo, debería ser sancionada por un referéndum.
Buena parte de los italianos parecen esperar poco de la próxima legislatura, y su curiosidad se centra en cómo se repartirán los políticos el poder. La quiniela más extendida apunta que Andreotti sucederá a Cossiga en la jefatura del Estado, mientras el líder socialista, Bettino Craxi, sustituirá a Andreotti en la presidencia del Gobierno.
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