Haughey dejará el 6 de febrero la jefatura del Gobierno irlandés
La República de Irlanda tendrá la semana próxima un nuevo primer ministro. Charles Haughey sucumbió ayer, definitivamente, a la enésima crisis política de su carrera, y anunció que el día 6 de febrero dejará su cargo. Haughey ha sido tres veces jefe del Gobierno irlandés y, a lo largo de 30 años, ha demostrado una capacidad extraordinaria para sobrevivir a las situaciones más apuradas.Pero la mayoría relativa en que quedó su Fianna Fail tras las elecciones de 1989 le ha impedido, esta vez, utilizar su recurso más efectivo: la manipulación sentimental de las bases del partido. Han sido sus socios en la coalición de gobierno, los Demócratas Progresistas (DP), y no el Fianna Fail quienes han forzado su caída. Haughey dijo ayer a sus parlamentarios, en una emotiva reunión, que "no les haría ningún bien" quedándose y que había llegado la hora de abandonar. Algunos diputados lagrimeaban aún a la salida.
El DP consideraba "políticamente inaceptable" la permanencia de Haughey después de que se le implicara de nuevo en unas escuchas telefónicas ilegales sucedidas hace 10 años. Este asunto remataba una larga serie de escándalos políticos y financieros que han salpicado últimamente a Haughey y han destruido su imagen pública. El 60% de los irlandeses se pronunció este fin de semana, en una encuesta, a favor de su dimisión.
Los próximos siete días servirán al Fianna Fail (soldados del destino), primera fuerza política de Irlanda, para decidir quién será, el nuevo jefe del partido y del Gobierno. El candidato mejor situado es Albert Reynolds, ex ministro de Finanzas y rival enconado de Haughey; este último apoya a Bertie Ahern, que sucedió a Reynolds hace dos meses al frente de la economía irlandesa. Ambos candidatos han mantenido contactos para tratar de llegar a un pacto. Los dos temen que un enfrentamiento radical abra paso a un tercer candidato, posiblemente la ministra de Salud, Mery O'Rourke, que sería muy bien recibida por el PD como jefa de un gobierno de coalición moderadamente progresista.
