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Los palestinos no irán a las negociaciones de paz bajo la 'fórmula" actual

Las conversaciones multilaterales de paz para Oriente Próximo que comienzan mañana en Moscú estarán marcadas por la ausencia de las delegaciones de Siria y Líbano, que han anunciado que no acudirán al no haberse conseguido. progresos en las conversaciones bilaterales. La delegación de la Organización para la Liberación de Palestina (OLP), cuya cúpula se encontraba reunida ayer en Túnez, discutía la posibilidad de no acudir a Moscú bajo la "fórmula actual", según un portavoz de la organización.

Yaser Abdo Rabo, jefe del departamento de información de OLP, calificó de "inoportuna" la posibilidad de que la delegación palestina acudiese a Moscú, alegando que los patrocinadores de la conferencia, Estados Unidos y Rusia, no han aceptado que en ella estuviesen incluidos representantes de los palestinos en el exilio y de los residentes en Jerusalén este. Fuentes diplomáticas aseguran que Washington hacía denodados esfuerzos ayer para que los palestinos acudan a la conferencia y no la vacíen de contenido.El comité ejecutivo de la OLP continuaba reunido anoche para tomar una decisión definitiva, mientras Israel rechaza que en la delegación palestina figuren representantes del exilio.

Los palestinos de los territorios ocupados habían enviado a sus líderes reunidos en Túnez una lista de razones por las que su delegación no debería tomar parte en las conversaciones multilaterales. La portavoz de la delegación, Hanan Ashraui declaró: "Hemos aportado un análisis de la situación actual aquí, la falta de progresos en las conversaciones bilaterales hacen que las condiciones no sean satisfactorias".

"Debido a la ausencia de apoyó popular y de una genuina delegación palestina, hemos remitido un informe a la dirección de la OLP para que decida. Nosotros no prejuzgamos la decisión", dijo Ashraui.

La delegación jordana abandonó ayer Ammán con destino a Moscú para continuar el proceso de paz iniciado en Madrid a finales de octubre, aunque habían anunciado que la decisión definitiva quedaba vinculaba a la opción de la OLP.

Egipto y Arabía Saudí asistirán en cualquier caso junto con los cinco países miembros del Consejo de Cooperación del Golfo.

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Uno de los principales obstáculos para el desarrollo del proceso de paz en Oriente Próximo continúa siendo la política de asentamientos judíos en los territorios ocupados.

La actual crisis gubernamental en Israel refleja la contradicción entre las negociaciones de paz, en las cuales se ha implicado el Gobierno de Isaac Shamir, y la política de colonización israelí, que vacía de contenido las negociaciones, sobre todo en lo que se refiere a las conversaciones con los palestinos. Ariel Sharon, el ministro de la Vivienda, ha anunciado que se construirán por lo menos 5.000 nuevas casas en los territorios ocupados durante 1992.

Una encuesta realizada por el movimiento Paz Ahora revela que el Gobierno israelí invirtió 2.500 millones de sheke1 (un poco más de 100.000 millones de pesetas) en 1991 para desarollar las colonias israelíes en CisJordania y Gaza. Cifra que representa el 15% de los gastos civiles del Gobierno y el 2% del PIB israelí.

Cuando el último Gobierno laborista, encabezado por Isaac Rabin, perdió el poder en 1976, la población judía en Cisjordania y Gaza era de 3.176 habitantes. Diez años más tarde, con la política de colonización intensiva de los Gobiernos del Likud, 60.000 personas vivían ya en los territorios ocupados. Al final de 1991, su número superaba los 100.000. Tomando como base el ritmo actual de construcción, se prevé que por lo menos 185.000 judíos se habrán establecido en

Cisjordania y Gaza de aquí a 1993. Lo que significa que en 1995 o 1996 la población israelí en los territorios ocupados llegará probablemente a las 250.000 o incluso 300.000 per sonas.

Todas las maniobras políticas de Shamir, incluso la de aceptar el proceso de paz norteamericano, tienden a alcanzar este objetivo. Para no poner en peligro la ayuda de Washington a Israel, Shamir tuvo que plegarse a regañadientes a las presiones de Estados Unidos.

La realidad es que el Gobierno israelí negocia hoy con la OLP. Shamir lo sabe, y al fin y al cabo no le importa. Lo que le importa es poder seguir instalando israelíes en Cisjordania y Gaza.

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