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LOS ALQUILERES EN LA COMUNIDAD

La carrera más cara

Quinientas personas compiten cada mes por alquilar un piso en Madrid

Francisco Peregil

"Aluche, junto al metro. Alquilo a señoritas". Cuando el propietario de ese piso, que se anunciaba en la página 34 del diario Segundamano el pasado miércoles, explicaba las razones de su exigencia, lo hacía así: "Los hombres somos muy guarros. Las mujeres, aunque no limpian gran cosa, al menos no contaminan". Varios redactores, que no se identificaron como tales, intentaron durante dos días sumarse a la carrera que supone encontrar un piso de alquiler y que sólo unas 500 personas consiguen cada mes.

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Por menos de 40.000 no se alquila una vivienda, ni siquiera fuera de la capital

"Solteros con nóminas, 75.000 pesetas. Absténganse agencias y matrimonios". Era otro piso en Aluche y al teléfono contestó una señora.-Por favor, le pago 90.000 pesetas, pero preferiría que viniera mi mujer a vivir.

-De eso nada. Guárdese su dinero, que falta le hará.

Otra señora, con piso en el barrio de Estrecho, tampoco quería matrimonios, y lo explicaba mejor: "Si después de meterlos les falla el trabajo, como nos pasó una vez, da mucho cargo de conciencia ponerlos en la calle".

El propietario de un piso, funcionario de profesión, preguntó a su posible inquilino cuánto ganaba. "Quiero asegurarme que la gente no entra asfixiada", decía, "porque tú puedes estar ignorante un mes o dos, pero después te enteras de cómo está el mercado y te vas".

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Esta vez el anuncio indica: "Zona Vaguada, Piso amueblado, dos dormitorios". Una chica joven contesta al teléfono, informa Elsa Fernández Santos. "¿Es tuya la casa?". "No", contesta. "¿De tus padre?" "No. Yo trabajo para una gestoría. No es exactamente una agencia, pero también nos encargamos de cosas como ésta.

Nada de agencias

La palabra tabú parece ser "agencia". Nadie quiere actuar bajo esa denominación, aunque cobre igual por el mismo servicio. La chica, Paloma, enseña la casa y mientras tanto deja muy claras las condiciones: "Tienes que pagar, además de las 90.000 de un mes, dos meses de fianza y 90.000 de honorarios".

-¿Qué honorarios?

-Los nuestros. Pero este piso es un chollo, alquilamos otro por aquí cerca que cuesta lo mismo y es mucho peor.

Otra característica común en la búsqueda: suele haber uno bastante peor al lado, que en teoría cuesta lo mismo.

La carrera puede empezar a las siete de la mañana -seis y media en algunos casos-, que es cuando el Segundamano aparece en los quioscos todos los lunes, miércoles y viernes de la semana. Y suele terminar a las nueve de la noche, que es cuando o bien el portero o bien el propietario deciden que ya está bien de enseñar la vivienda.

El dueño de un piso de la calle Abtao, cerca de la avenida del Mediterráneo, cuando llegó el redactor, a las seis de la tarde, había recibido ya 60 llamadas. Más de quince Personas fueron a ver el. piso también entre las cinco y las siete de la tarde.

El propietario estaba dispuesto a cederle el piso al primero que se entendiera con su abogado (fotocopia de nóminas, avales, etcétera) y le pagara dos meses de fianza. El piso lo estaba remodelando en esos momentos (un carpintero colocando muebles en la cocina), pero el dueño decía que en dos días podía vivir allí. cualquiera.

Según informan varias agencias de alquileres, sólo unas 500 personas de todos los que pueden participar en la carrera hacia el piso consiguen cada mes una vivienda alquilada.

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Sobre la firma

Francisco Peregil
Redactor de la sección Internacional. Comenzó en El País en 1989 y ha desempeñado coberturas en países como Venezuela, Haití, Libia, Irak y Afganistán. Ha sido corresponsal en Buenos Aires para Sudamérica y corresponsal para el Magreb. Es autor de las novelas 'Era tan bella', –mención especial del jurado del Premio Nadal en 2000– y 'Manuela'.

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