Deportados de ida y vuelta

Han dado la vuelta a medio mundo para volver al mismo sitio. De Madrid a Madrid, pasando por Bangkok, en 72 horas. Son los 15 ciudadanos paquistaníes que.el Ministerio del Interior intentó -sin éxito- deportar el jueves, aprovechando el vuelo del avión militar que repatrió a 12 presos. españoles dé Tailandia. Por agotarse el plazo legal dado para la expulsión, los asiáticos han empezado a quedar en libertad, al menos hasta la próxima detención.Dos dé los paquistaníes volvieron a la calle el mismo domingo, horas después de regresar a Barajas, según confirmaron. fuentes policiales. El plazo dado por el juez para su expulsión -la ley de extranjería establece un máximo de 40 días- había caducado.

Las mismas fuentes señalaron la posibilidad de que a última hora de ayer quedaran libres "algunos más". Sus plazos para la expulsión por estar ilegalmente en España caducaban sin que fuera posible la repatriación. "Estamos buscando plazas en vuelos a Bangkok antes del 8 de enero. Si no las encontramos, porque estas fechas son. muy malas, unos cuantos pasarán la Nochevieja en la calle. Estarán libres hasta que volvamos a detenerlos por indocumentados", señalaron.

No obstante, "cuatro o cinco" seguirán en el Centro de Internamiento de Extranjeros como máximo hasta el 31 de enero, señalaron. Así pues, un tercio de los paquistaníes empezará el año 1992 en el mismo lugar en el que residían por obligación hasta el jueves pasado.

Ese día, al amanecer, dos autobuses de policía recogieron a 54 personas en el edificio del barrio madrileño de Moratalaz. Eran 39 indios y 15 paquistaníes. Todos supieron que la aventura había acabado. Su condición de emigrantes ilegales les llevaba a la expulsión. De nada había servido su largo y costoso viaje hacia la Europa próspera.

En la zona militar de Barajas subieron al Boeing 707 del Ejército del Aire que tenía ruta trazada hasta Bangkok con dos escalas, para las deportaciones, en Karachi (Pakistán) y Nueva Delhi (India). Las autoridades paquistaníes impidieron el aterrizaje por no haber acreditado su condición militar. Sus nacionales tuvieron que regresar a España después de volar hasta Bangkok y compartir desde ahí el avión con los 12 presos españoles repatriados. Los 39 indios quedaron en Nueva Delhi.

La aventura de los paquistaníes ha sido un viaje agotador para regresar al mismo sitio. El único alivio en tres días fueron dos cortos paseos y comida caliente en los aeropuertos de Bombay -donde el avión fue desviado hasta que desapareció la niebla en la capital india- y Bangkok. Las escalas ayudaron a relajar los ánimos, encrespados en algunos momentos. El policía responsable de su custodia adelgazó tres kilos durante las 72 horas de avión. Los fallidos deportados, no se sabe.