De mal en peor

La abrumadora victoria de los fundamentalistas islámicos en las primeras elecciones parlamentarias libres en Argelia ha suscitado un fantasma terrorífico: el de que a través del mundo islámico las elecciones democráticas den como resultado únicamente dictaduras al estilo iraní. Si los fundamentalistas logran imponer la ley islámica en Argelia, parece improbable que dentro de cinco años permitan que Dios pueda perder unas elecciones.Sin embargo, el desarrollo de Estados islámicos no debe considerarse algo históricamente inevitable. En Argelia, el éxito del partido fundamentalista, el Frente Islámico de Salvación (FIS), tiene más que ver con los fracasos del régimen socialista en el poder que con los atractivos del fundamentalismo. ( ... ) La tragedia de Argelia puede ser que, habiendo saltado de la no deseada sartén del socialismo, vaya a caer en las brasas del fundamentalismo. Los ciudadanos que han hablado con los periodistas no parecían auténticos fundamentalistas. La mayoría de ellos sólo expresaban el deseo de que acabara la corrupción que ha creado una clase gobernante de burócratas y una masa de personas sin perspectivas económicas. Parece improbable que el fundamentalismo mejore las perspectivas económicas del ciudadano medio. Para los países vecinos la lección es clara. 0 se abre el sistema a la oposición secular y democrática, o quedan enterrados por la ira disfrazada de fundamentalismo.

, 30 de diciembre