Un anciano fue hallado moribundo en la Castellana tras haber ingresado en La Paz

Francisco García, un anciano de 83 años que padecía demencia senil y otros achaques, desapareció el 17 de diciembre de las urgencias del hospital La Paz sin que nadie se enterase. Un día después, su hijo le encontró en el paseo de la Castellana, aterido de frío y casi inconsciente, después de pasar la noche bajo la fría niebla, sin abrigo y calzado con unas zapatillas. Francisco moría poco después, en la madrugada del día 19. Sus familiares aseguran que advirtieron repetidas veces en el hospital que no le perdiesen de vista, pues la demencia senil que padecía le podía llevar a hacer cualquier cosa, al no ser consciente de sus actos.

Una portavoz del hospital general de la Ciudad Sanitaria de La Paz señaló que la marcha del anciano del centro es una "incidencia más de las muchas que se producen en urgencias, que no entraña la mayor importancia".Francisco García ingresó en el servicio de urgencias de La Paz a mediodía del 17 de diciembre. El anciano llevaba unos días en mal estado, con fiebre y vómitos. Desde hacía tiempo portaba una sonda para las vías urinarias y padecía de demencia senil. Emilio García, su hijo, de 51 años, y la cuñada de éste, Francisca Jimeno, de 36, ante el cuadro de vómitos y altas temperaturas, llevaron a Francisco al servicio de urgencias del hospital general de La Paz poco antes del mediodía del 17 de diciembre.

Después de hacerle una primera exploración renal en urgencias, durante la cual Francisca pudo acompañarle -ya que el viejo no era capaz de explicar a los doctores su estado de salud-, una celadora regresó con él en una silla de ruedas. El hijo asegura que advirtió a los encargados del servicio de urgencias, más de una vez, de que en el hospital tenían que estar muy pendientes del enfermo por la demencia senil que padecía.

Búsqueda

La celadora se llevó de nuevo a Francisco para que le hiciesen unas radiografías. Esta vez el anciano no pudo ser acompañado por su nuera, según las normas que impiden a los familiares pasar a las zonas donde atienden a los enfermos.Emilio y Francisca esperaron durante un par de horas. Se interesaron varias veces por Francisco, y en todas ellas los trabajadores de urgencias les dijeron que le estaban haciendo las pruebas. Pasadas las dos de la tarde, una enfermera no tuvo otro remedio que anunciar a los familiares la desaparición de Francisco.

Un enfermo que esperaba también para que le hiciesen radiografías comentaría después a Emilio que vio cómo su padre se levantó de la silla de ruedas y se puso a caminar, sin que nadie más se percatase, por la planta primera de las urgencias. Desde ese momento y durante 19 horas, hasta las 9.30 del día siguiente, nadie vio al anciano, pese a que el hospital, la Policía Nacional y los familiares le buscaron por la zona. El hijo había denunciado la desaparición de Francisco en la comisaría de Tetuán. El propio Emilio encontró a su padre casi inconsciente y helado de frío, según relata, recostado en el seto central del paseo de la Castellana, a la altura de la Ciudad Deportiva del Real Madrid.

Los familiares habían recogido el abrigo y el sombrero con los que Francisco se protegía del frío cuando le llevaron a urgencias. De esta forma, el anciano pasó la noche, nadie sabe dónde, en zapatillas, con un pantalón gris y una chaqueta de lana. La noche del 17 al 18 de diciembre las temperaturas en la periferia de Madrid rondaban los cero grados centígrados, y la humedad provocada por la niebla era muy elevada.

Emilio y Francisca habían rastreado en coche la zona, durante toda la tarde y la noche siguientes a su desaparición, sin resultados. Emilio se queja de que no vio patrullas de la Policía Nacional, mientras él buscaba al anciano, haciendo lo mismo. También considera escaso el esfuerzo hecho en el hospital para encontrar a su padre. Francisca recuerda que les dijeron que los empleados de seguridad del centro sólo podían buscar dentro del recinto del mismo.

Denuncia

Emilio había denunciado el día 18 al hospital por negligencia en el Juzgado número 44 de Madrid. Una portavoz de La Paz afirmó ayer que se trata de "una incidencia más de las muchas que hay en el centro hospitalario.". La misma fuente insistió en que lo sucedido "no tiene la menor importancia", y que el hospital prefiere no decir nada más sobre el asunto, ya que están en marcha los trámites judiciales. La misma portavoz señala que los trabajadores no pueden estar pendientes de los enfermos mientras esperan a ser atendidos, y puso en duda que los familiares advirtiesen de la demencia de Francisco.El anciano fue ingresado de nuevo en el centro sanitario, después de encontrarle aterido de frío en la calle. Emilio comenta extrañado que rápidamente se le pasó a una habitación, cuando por su estado tendría que haber permanecido en cuidados intensivos. A las seis de la madrugada del día 19, Francisco murió. Su cuerpo fue trasladado para hacerle la autopsia al Instituto Anatómico Forense, ya que había una denuncia interpuesta en el juzgado. Los familiares de Francisco no han recibido todavía el resultado del examen.

"Ya veremos si todo esto no tiene importancia cuando se celebre el juicio", decía ayer Emilio García, en respuesta a la reacción de la portavoz de la Ciudad Sanitaria de La Paz.