Alejandro y Pizarro

Según sugiere el señor Rodríguez Canca en su carta del 24 de noviembre, los españoles debemos ser pioneros en sentir vengüenza de nuestros desmanes y gestas imperiales, concretamente los del descubrimiento de América. Pues no; yo no quiero ser pionero en eso.Antes- esperaré a que el mundo se avergüence de Pericles, de Alejandro, de Aníbal, del Imperio romano, de Napoleón, del Imperio británico... Esperaré a que se acuse a Roma de habernos impuesto el latín como idioma y de haberse llevado nuestro oro y nuestra plata. Esperaré a que el Louvre y el British Museum entonen el mea culpa y devuelvan a sus países de origen todos los tesoros artísticos acaparados en correrías imperiales.

No quiero que en los libros de historia se ensalce a Julio César y se dendiste a Hernán Cortés, no es justo. No es justo que Alejandro sea Magno y Pizarro sea un ignorante aplastador de culturas autóctonas.

Así que, señor Rodríguez, hasta que el mundo y la historia unifiquen criterios, no voy a ser yo quien se avergüence de nuestros Reyes Católicos. Y para que nuestros tataranietos no nos pongan a caldo por cosas que hoy nos parecen muy loables, No seré yo quien enjuicie a los héroes del pasado con criterios del siglo XX.-