¡Para el carro!

Los presidentes de las tres grandes empresas norteamericanas de automóviles -Ford, Chrysler y General Motors- acompañarán el mes próximo al presidente George Bush en su viaje a Japón. Esta iniciativa busca abrir nuevos horizontes a ese sector de la industria estadounidense, que se muestra incapaz de hacer frente, al mismo tiempo, a la recesión económica y a la competencia de, las marcas japonesas.

Es la primera vez que un presidente de Estados Unidos viaja al extranjero acompañado por una misión de empresarios, en lo que se ve aquí como un intento de sacar en Tokio las ma yores contrapartidas posibles a las ventajas que encuentran los inversores japoneses en el mer cado norteamericano. El sector pasa por uno de los peores momentos de la historia. Las ventas de las tres gran des norteamericanas durante la primera quincena del mes de diciembre cayeron hasta los peo res niveles del año, mientras que la japonesa Honda aumentó sus ventas en un 39,3%, aun que las otras dos compañías japonesas más importantes tam bién redujeron sus ventas.

La caída de las ventas de co ches es uno de los síntomas más graves del retraímiento de los consumidores, a los que el Go bierno no ha conseguido devolver la confianza en la administración económica del país. Pese a todas las ofertas y facili dades de compra presentadas por los productores, los exper tos calculan que las tres gran des pueden cerrar el año con pérdidas totales de más de 5..000 millones de dólares. Robert Stempel, que ocupa desde hace 16 meses, la presidencia de General Motors, el número uno de la industria de Detroit, trata de frenar pérdidas que, según los expertos, pueden llegar a ser de 500 millones de dólares mensuales a partir del próximo año. El plan de reducción de costes de Stempel incluye el despido de 14.000 trabajadores.

.Ante la gravedad de la situación, el presidente ha decidido tomar el. tema en sus manospara intentar satisfacer una de las principales reclamaciones de las empresas norteamericanas: ponerle límites a la compe-, tencia japonesa. El presidente de Chrysler, Lee Iacocca, ha sugerido que las tres grandes unan sus fuerzas para poner un límite a las marcas extranjeras de forma similar a como lo hace la Comunidad Europea.Algunos economistas afirman, sin embargo, que la caída de las ventas de los coches made in USA se debe a la baja calidad del producto y a su incapacidadpara adaptarse a las nuevas tendencias del automóvil en el resto del mundo. Resulta significativo el dato de que, al mismo tiempo que las ventas de los vehículos nacionales se han reducido en un 12, 1 % respecto al año anterior, las de automóviles importados han aumentado en un 5,4%.

De las marcas japonesas que producen en EE-UU, no sólo Honda ha aumentado sus ventas. También Mitsubishi, Subaru y Isuzu las incrementaron este año, aunque Toyota y Nissan sufrieron los efectos de la recesión. Honda-se ha situado ya como la tercera empresa que más coches vende en EE UU, por delante de Chrysler. Entre las marcas norteamericanas, la que más ha sufrido en los últimos meses ha sido Ford, cuyas últimas cifras revelan una caída de la producción del 23% respecto a 1990. General Motors ha vendido este mes de diciembre un 6% menos que el año anterior, cifra muy similar a la pérdida registrada por Clirysler.