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Patricia Bowman, la mujer que acusó a William Kennedy de violación, da la cara

Patricia Bowman, la joven de Florida que denunció a un Kennedy de haberla violado, ha decidido dar la cara. Después de mantener el anonimato y ocultar su rostro a la opinión pública durante nueve meses, escudada en el respeto a la intimidad adoptado por la mayor parte de los medios de comunicación, Bowman ha decidido eliminar la máscara que la ha protegido.

La denunciante del caso Kennedy tenía previsto aparecer ayer en Prime time live, uno de los programas estelares de la cadena ABC. Esta cadena no quiso hacer público el contenido de las confesiones de Bowman, pero el anuncio del programa coincidió con la decisión de la joven de no seguir oculta. La entrevista, realizada por la periodista Diane Sawyer, fue grabada el pasado martes.Por primera vez desde el estallido del escándalo, que terminó con la declaración de inocencia del acusado, William Kennedy, el rostro de Patricia Bowman, una de las mujeres del año en este país, ha aparecido publicado en la mayor parte de los diarios estadounidenses. Su vida ha dejado de ser un misterio para convertirse en un libro abierto.

Se sabe ahora con certeza que Patricia Bowman tiene 30 años, que nació en Akron (Ohio), que su padre trabajaba en la Chrysler y que tiene una hija de dos años, Carolina. La niña padece toda clase de problemas físicos derivados de su nacimiento prematuro y de la muerte de su hermana gemela. El padre de Carolina, John Butler, abandonó a Bowman cuando estaba embarazada y hoy trabaja en una tienda de artículos deportivos en Palm Beach.

"Liberarse del trauma"

La decisión de Bowman de dar la cara ha sorprendido a más de uno. Algunos psicólogos relacionan su acción con el sentido común. "Quizá esta es la forma de liberarse del trauma que significó el proceso", han coincidido en señalar varios especialistas.La aparición en escena de Bowman termina también con uno de los debates más profundos que se recuerdan en la prensa norteamericana. Durante el proceso, los grandes periódicos y las cadenas de televisión decidieron ocultar su nombre. The New York Times y el canal de televisión NBC decidieron, sin embargo, hacerlo público. La decisión de esos medios abrió un debate sobre el derecho a la intimidad.

Muchos vieron en la acción de The New York Times y la NBC un peligro potencial en el sentido de que muchas mujeres víctimas de violaciones decidieran no acudir a la policía por temor a que sus nombres fueran hechos públicos.

El debate fue en aumento a medida que fue avanzando el proceso, y llegó a tener tal magnitud que The New York Times dejó de publicar el nombre de la víctima. Durante el juicio, el rostro de la denunciante fue cubierto por una mancha grisácea y un avanzado equipo electrónico emitía un pitido cada vez que el fiscal, el defensor, la juez o un testigo pronunciaban su nombre. El sistema falló en varias ocasiones, y el rostro y el nombre no pudieron ocultarse.

El primer medio en lanzar el nombre, la fotografía y la historia de Patricia Bowman fue la agencia de noticias Associated Press el pasado martes.

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