El primer ministro de Australia, forzado a dimitir tras cuatro mandatos consecutivos

El primer ministro de Australia, el laborista Bob Hawke, dimitió ayer, tras permanecer en el poder durante cuatro mandatos consecutivos, a consecuencia del resultado adverso que obtuvo en una moción de confianza a la que se sometió en el seno de su propio partido. Le sustituirá Paul Keating, ex ministro de Economía. La recesión económica que afecta al inmenso país austral ha sido el detonante de la actual crisis política.

Hawke, de 62 años de edad, llegó al poder en 1983, y desde entonces ha obtenido el respaldo mayoritario en las urnas para el Partido Laborista cuatro veces consecutivas. Sin embargo, su popularidad ha descendido progresivamente debido a la recesión económica que sufre Australia. La actual tasa de desempleo alcanza el 10,5%, lo que supone la cota más alta desde la década de 1930.La crisis política estalló en el seno del laborismo debido a 18 meses consecutivos de recesión económica. El temor a que Hawke no lograra conservar la mayoría frente a la coalición de liberales y conservadores llevó al Partido Laborista a celebrar una votación secreta que, por un margen escaso de 56 contra 51, decidió designar a Paul Keating como el sucesor idóneo de Hawke.

Keating, de 47 años, ya se había enfrentado a Hawke en junio de este año, cuando era miembro de su Gabinete en calidad de ministro de Economía, pero en aquella ocasión no logró desbancar al líder laborista. Ayer, tras la votación, declaró: "Es una experiencia muy humillante, siento el patetismo del momento". No en vano ésta es la primera ocasión en la historia de Australia en que un primer ministro en ejercicio cesa al perder la confianza de su propio partido.

Hawke asumió la derrota sin perder la compostura y, tras felicitar a su sucesor, aseguró que "el nuevo Gobierno laborista encabezado por Keating gozará de mi total apoyo". Pero añadió: "Mi principal responsabilidad actual es hacia mi mujer y mi familia".

En la primera conferencia de prensa tras su elección, Keating afirmó que dedicará todas sus energías a la recuperación económica y a la creación de empleo.