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El 'Mirror' afirma que la hija de Maxwell ordenó destruir documentos del editor

Ghislaine Maxwell ordenó la destrucción de todos los documentos que quedaron en el yate Lady Ghislaine tras la muerte de su padre, Robert Maxwell. The Daily Mirror, que fue uno de los periódicos del magnate, culpó ayer a Ghislaine por la desaparición de cientos de papeles que podrían haber aclarado lo sucedido en las horas previas a la caída de Maxwell al mar.

El periódico londinense, que ha lanzado una sañuda campaña contra su ex propietario y su familia, publicó ayer que Ghislaine, de 29 años, amontonó todos los documentos que había en el yate y ordenó a la tripulación que los destruyera. El hecho se habría producido el 8 de noviembre, con el yate, llamado Lady Ghislaine en honor de la joven, amarrado en el puerto de Santa Cruz de Tenerife. Cuando la juez ordenó la recogida de los documentos, unos días después, sólo quedaban unos cuantos telegramas de condolencia.

Ghislaine, la hija favorita de Robert Maxwell, dirigía hasta ahora una empresa de regalos del grupo Maxwell Communication Corporation (MCC), También percibía un sueldo mensual de 2000 libras (unas 350.000 pesetas) del semanario The European, aunque sólo había aparecido por el mismo en una ocasión, para colaborar en la confección de una página publicitaria

The European despidió la semana pasada a todos sus empleados, Ghislaine incluida. Pero sus administradores anunciaron ayer que el semanario aparecería el próximo fin de semana, confeccionado por un grupo de los antiguos trabajadores recontratado a tal efecto.

No hubo suicidio

Por otra parte, Carlos López de Lamela, director del Instituto Anatómico Forense de Las Palmas de Gran Canaria, en el que se elaboró la autopsia de Robert Maxwell, señaló ayer que no hay ninguna razón científica para pensar que el magnate británico se suicidó. El forense indicó que Maxwell tenía obstruidas sus arterias, y reveló que en 1988 le fue detectada una enfermedad de origen pulmonar que afectaba a su corazón.

En su opinión, se ha desatado una "batalla psicológica" entre las compañías aseguradoras y el grupo empresarial de la familia Maxwell por estar en juego una póliza de unos 4.000 millones de pesetas. Los especialistas españoles barajan como tesis más verosímil que el editor sufrió en la cubierta de su yate una insuficiencia coronaria y cayó, por razones accidentales, al mar "con un nivel de vitalidad bajo", falleciendo poco después, posiblemente, por ahogamiento.

López de Lamela reconoce que este dictamen no cierra definitivamente el caso, pero sugiere que difícilmente podrá elaborarse otro que lo contradiga con fundamentos científicos. Las compañías aseguradoras y la familia Maxwell gestionan, por separado, la contratación de patólogos de prestigio para defender sus intereses, ante los tribunales británicos, en relación con el cobro de la prima de seguro. Un catedrático español y el célebre profesor británico Bernard Knight han recibido ya varias ofertas.

El citado médico indicó que el informe forense sostiene que Maxwell tuvo una muerte mixta por cardiopatía isquémica (oclusión de las arterias coronarias) y posterior ahogamiento. El cadáver de Maxwell, según López de Lamela, tenía obstruidas hasta en un 95% varias arterias secundarias y en un 60% la aorta.

López de Lamela añadió que en la revisión médica que se le hizo al editor en 1988 le fue detectada una enfermedad corpulmonar que le producía una hipoxemia (disminución de oxígeno en la sangre). Esta afección termina provocando serias complicaciones cardiacas, según el forense. [El juez devolvió ayer temporalmente sus pasaportes a los hijos del magnate, Kevin e lan Maxwell. Asimismo, un forense de Londres examinó ayer muestras del cadáver de Maxwell en un nuevo intento por aclarar las circunstancias de la muerte del editor, informa Reuter.]

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