La economía latinoamericana ha crecido este año un 3% pese a la crisis internacional

La economía latinoamericana experimentó un crecimiento del 3% durante 1991 y la inflación cedió terreno en un año caracterizado por una moderada reactivación, según un informe que la Comisión Económica de las Naciones Unidas para América Latina y el Caribe (CEPAL) dio a conocer ayer en su sede de Santiago. Esos datos indican que se empieza a disipar el panorama de recesión con inflación que caracterizó los años ochenta.

Durante 1991 el producto interior bruto (PIB) de esta región aumentó el 3% y, con ello, por primera vez desde hace cuatro años, el producto por habitante creció, aunque sólo el 1%, recuperando el nivel que tenía en 1977, pese al contexto desfavorable de la economía internacional, sostuvo la CEPAL. Salvo Brasil, donde la recesión se ha prolongado con elevada inflación, y otros cuatro países (Honduras, Nicaragua, Perú y República Dominicana) afectados por severos programas de ajuste, la mayoría de los países de la región creció entre el 3% y el 5%.

Sin considerar a Brasil en el cálculo, el PIB de la región se incrementó un 4,5%. El Salvador, Guatemala, México, Panamá y Paraguay, que habían logrado cifras positivas en 1990, la mantuvieron este año, mientras en Bolivia, Chile y Ecuador, el crecimiento se reactivó y en Argentina tuvo una recuperación al salir de la elevada inflación. Venezuela tuvo un crecimiento récord del 9% debido al crecimiento de la actividad petrolera después de la guerra del golfo y a la expansión de otras actividades.

A diferencia de otros años, el informe anual de la CEPAL, llamado Balance preliminar de la economía de la América Latina y el Caribe 1991, enfatiza los síntomas positivos, aunque los problemas sociales y la deuda externa, siguen pendientes. El secretario ejecutivo de la CEPAL, el economista guatemalteco Gert Rosenthal, dijo que veía con "sereno optimismo" la región. "Aparentemente, se empieza a disipar el panorama de recesión con inflación que caracterizó los años ochenta".

La contención de la inflación es uno de los signos positivos. Después de alcanzar 1.200% anual en 1989 y 1990, el incremento medio de los precios de la región se redujo al 200% anual en 1991 y tiene una tendencia declinante.