España es el país de Europa con más muertos en accidentes de tráfico

FÉLIX MONTEIRA. España, con 9.032 muertos en 1990 en accidentes de tráfico, es el país con una tasa más alta de siniestralidad de la CE, según un informe confidencial presentado ayer en Bruselas por la Comisión Europea a los ministros de Transportes. José Borrell admitió ayer: "Nuestras infraestructuras son peores que la media comunitaria".

En 1990, la carretera se cobró 49.685 vidas en los 12 países de la CE y ocasionó 1,7 millones de heridos. El coste económico de este desastre se eleva a más de 70.000 millones de ecus (nueve billones de pesetas).En números absolutos, sólo Francia, con 11.200 muertos, supera a España, pero tiene una población superior en 18 millones de personas. Entre 1985 y 1990, la tasa española de siniestralidad en carretera ha seguido creciendo por encima de la media y figura a la cabeza de los Doce. El informe refuerza la señal de alarma de otro estudio publicado en febrero, en el que España figuraba como el de más muertos por millón de habitantes (211) y de vehículos (635).

El nuevo informe fue solicitado en junio como base para un programa común de seguridad vial. Entre las acciones a emprender para paliar esta situación destaca la limitación de la velocidad máxima en los trayectos de autopista campo a través a un máximo de entre 100 y 130 kilómetros por hora, sin excepciones. En los tramos de autopistas urbanas el tope será fijado entre 80 y 100 kilómetros por hora. Además, "se harán desaparecer progresivamente las carreteras que se utilizan como autopistas sin tener sus características". En carretera, el límite serán 90 kilómetros por hora. También se propone limitar la velocidad máxima de 50 kilómetros a la hora en ciudad e imponer zonas con la prohibición de circular a más de 30. En los camiones se instalará un dispositivo para que no puedan rebasar la velocidad de 90 kilómetros por hora. Para los conductores, el proyecto se pretende imponer un carné de conducir con puntos que se agotan a medida que se cometen infracciones. Los vehículos irán equipados con una tercera luz de frenado, más alta que las dos ya obligatorias.