La UEFA suspende el Albania-España por el clima de inestabilidad que padece el país
La Unión de Asociaciones Europeas de Fútbol (UEFA) decidió ayer suspender temporalmente el partido que Albania y España debían disputar mañana miércoles en Tirana, de la Eurocopa de Suecia 92 y que iba a ser ofrecido por Canal +, al considerar que la seguridad de la expedición española no estaba garantizada debido al clima de conflictividad que vive aquel país. El Comité Ejecutivo del organismo futbolístico podría acordar hoy en Ginebra, con motivo de¡ sorteo de la Copa de la UEFA, la suspensión definitiva del partido, ya que ambas selecciones están eliminadas de Suecia 92.
La notificación de la UEFA llegó en el último momento, alrededor del mediodía de ayer, cuando jugadores, directivos, periodistas y aficionados se disponían a desplazarse al aeropuerto de Barajas para tomar el vuelo alquilado que debía trasladarlos a Tirana. "Tengo mucho miedo. El hotel que nos correspondía ha sido saqueado. La gente allí tiene hambre y es capaz de cualquier cosa", comentó Chus Pereda, seleccionador sub 21, con respecto a los incidentes registrados en la localidad de Fushe Arrez, a 60 kilómetros de Tirana, en los que murieron 38. personas.La crisis del gobierno de coalición albanés, que desembocó en la dimisión del primer ministro, Ylli Bufi, se agravó posteriormente con el anuncio de que las reservas alimenticias del país están casi agotadas. La policía y el ejército recibieron la orden de disparar para evitar tumultos.
El fax de la UEFA, firmado por Markus Studer, jefe del departamento jurídico del organismo, confirmó el clima de inestabilidad: "Tras recibir documentación e información relativa a la actual situación en Albania, la UEFA ha decidido que los partidos del Campeonato de Europa absoluto y sub 21 entre Albania y España, previstos para el 17 y el 18 de diciembre de 1991, no se celebren".
Las razones de tal decisión son, según el documento, las siguientes: "Desde el viernes, 13 de diciembre [la federación pidió el aplazamiento el jueves 121, la UEFA no ha conseguido comunicar con la federación albanesa por fax, télex, teléfono o telegrama. Además, dicha federación no ha confirmado, a las 11 de la mañana de hoy, lunes 16 de diciembre, que los partidos se disputarían bajo circunstancias normales ni garantizado la seguridad de los equipos, de los árbitros o de los delegados de la UEFA".
Situación tensa
El texto concluyó: "Posteriores investigaciones de la UEFA han revelado que la situación en Albania es tensa y que el comportamiento de la población es imprevisible. No es posible, por lo tanto, avanzar cómo pueden desarrollarse los acontecimientos. El comité de la UEFA decidirá si dichos encuentros serán jugados finalmente, cuándo y dónde".
Ángel María Villar, presidente de la federación, comunicó personalmente a los jugadores la decisión de la UEFA. "Menos mal. En Moscú, los skinheads te quitan la ropa en plena calle. En Albania nos habrían comido", comentó Chus Pereda. "Y ahora, ¿qué hago yo con todo el pescado que hemos comprado? [30 kilos]", lamentó Javier Arbizu, cocinero de la selección.
Martín Vázquez, jugador del Torino, efectuó una lectura más positiva: "Me parece la decisión más acertada. Cualquier cosa podía pasar. No hay, que olvidar que nosotros llevábamos comida". Otros, menos asiduos, como Nando, Moya o Alkorta, no lo vieron tan claro: "Para una vez que me llaman después de seis meses, ya es mala suerte", se quejó el bilbaíno.
El deseo de la federación es que el partido no se dispute, por lo apretado del calendario futbolístico español. La UEFA, además, exige la celebración de todos los partidos de Suecia 92 antes del 31 de diciembre. No es la primera vez que la selección española no disputa un encuentro internacional por razones extradeportivas. En 1960, el consejo de ministros de Franco impidió que España viajará a Moscú para enfrentarse a la URSS en los cuartos de final de la primera Eurocopa de la historia.
200 kilos de alimentos
"No sé qué voy a hacer ahora con los 200 kilos de comida que llevaba a Albania. Haré lo que me ordene la federación", comentó Javier Arbizu, propietario del restaurante Salduba de San Sebastián, que iba a viajar a Tirana como cocinero de la selección. "Se lo entregaremos a la Cruz Roja", aseguró un portavoz de la federación.Arbizu, según las órdenes del médico de la Federación, Enrique González Ruano, había preparado, en frigoríficos adecuados, 15 kilos de merluza fresca, otros tantos de lenguados, 20 de carne de buey, 40 de fruta -manzanas y naranjas-, y cantidades importantes de mermelada, mantequilla, jamón de york, aceite, tomate, lechugas, bonito, espárragos, espaguetti, arroz, sopa de verdura, sal, azúcar, vinagre, pan de molde y 50 litros de agua.
Arbizu valoró en 200.000 pesetas esta cantidad de alimentos, que compró en San Sebastián. "No temíamos que fuesen decomisados en Albania, porque han sido autorizados por Sanidad", comentó el cocinero.
El viaje le costará caro a la federación. Los costos de la contratación del avión se aproximan a los 10 millones de pesetas. La federación, además, tenía preparado para entregar a cada jugador un talón de 250.000 pesetas, la prima establecida por ser convocado. El seguro de los jugadores fue contratado por un importe de 2,5 millones de pesetas, a las que hay que añadir el coste de sus viajes y estancia en Madrid.
La duda del psicólogo
Jesús García Barrero, el psicólogo que eligió el seleccionador Vicente Miera para trabajar con los jugadores internacionales, viajará el jueves a Madrid desde Oviedo para dar una respuesta a los dirigentes de la federación sobre la oferta recibida. Miera comentó ayer con cierta decepción que el psicólogo había renunciado al cargo al existir mucha diferencia económica entre la oferta y sus exigencias.De todas formas, horas después, el propio García Barrero se puso en contacto con la federación para indicar que estaría dispuesto a aceptar el puesto por las cantidades ofrecidas, pero que antes quería definir sus funciones. "No está del todo aclarado este asunto. Pienso que el dinero ha de estar en función de lo que tengo que hacer. No creo que haya muchos problemas para que lleguemos a un acuerdo", señaló.
Un portavoz federativo indicó: "García Barrero pretendía cobrar casi cinco millones de pesetas por su trabajo hasta después de los Juegos de Barcelona 92. Le respondimos que no podía ganar más que el médico, que percibe 2,5 millones de pesetas, por lo que le ofrecimos entre 1,5 y 2 millones".
Este psicólogo, que desempeña esa función en el Sporting de Gijón desde hace dos años, sólo iba a realizar su trabajo con la selección olímpica por deseo de Miera. Los propios dirigentes de la federación mostraron su sorpresa por este hecho.
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