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El desorden deslució la apertura del congreso sobre los judíos en España

La reina Sofía no asistió a la apertura del encuentro en Toledo

Las desavenencias en el seno de la Fundación Amigos de Sefarad deslucieron ayer el acto de apertura de un congreso internacional sobre la vida judía en España, que se inauguró ayer en Toledo con la asistencia de cerca de un centenar de estudiosos de la historia hebrea pertenencientes a media docena de universidades de otros tantos países y con la notable ausencia de la reina Sofía, que en principio había anunciado su presencia.

A última hora del sábado, la Casa Real justificó a la prensa y a la Delegación del Gobierno la incomparecencia de la Reina por las numerosas dificultades y controversias surgidas en el seno de la organización. En medio de la polémica los organizadores del encuentro, la Universidad Nacional de Educación a Distancia (UNED) y la citada fundación, han descartado que existan diferencias entre los promotores.Cuatro son los grandes apartados sobre los que se sustenta este congreso que tiene como escenario el teatro de Rojas de la ciudad. El arte y la arqueología. Los judíos en el mundo antiguo, Lengua y literatura hebraico-española, Los judíos en la península Ibérica durante la Edad Media e Historia moderna son los grandes epígrafes que parten de la presencia sefardí en Toledo.

El presidente del encuentro, Eloy Benito, lamentó las críticas vertidas sobre el hecho del descubrimiento de América y la expulsión judía hace ahora 500 años y admitió que "estos acontecimientos no pueden admitirse desde la perspectiva actual".

La primera discusión sobre la presencia hebrea en Toledo se refirió al tipo de contacto existente entre judíos y cristianos. El catedrático de Historia Medieval y profesor del Colegio Universitario de Toledo Ricardo Izquierdo calificó de situación de "equilibrio alterable" la relación cotidiana de cristianos y judíos en la España medieval. Es la judería toledana la que desde el siglo XII hasta el siglo XIII se erige como principal núcleo de convivencia tras la delicada situación de Al Andalus que presiona a los judíos hacia el norte.

A pesar de ser los siglos XIII y XIV los de mayor impronta hebrea, hay constancia de la presencia de judíos en Toledo desde el siglo IV, después de Cristo.

Desde esta fecha hasta la conquista de Alfonso VI, en 1085, la comunidad judía adquiere un protagonismo en todos los aspectos comerciales y económicos de la ciudad. De ahí que algunas relaciones de amistad se vean alteradas por la presencia del dinero como mediador distorsionador.

A pesar de que siempre se habló de Toledo como ciudad de convivencia es un tópico tratar de establecer un paralelismo entre esa coetaneidad y una supuesta tolerancia, según los expertos. Las discrepancias fueron casi siempre una resultante de las relaciones económicas.

Según la presidenta de la Fundación de Amigos de Sefarad, Teresa Angulo, este simposio es el evento más significativo de lo que se ha organizado para recordar el quinto centenario del decreto de expulsión de los judíos firmado en 1492 por los Reyes Católicos.

El rey Simeón de Bulgaria, país que ayudó a los judíos durante la represión nazi, hablará mañana de la herencia española del pueblo sefardí de Bulgaria.

Para el jueves está previsto otro simposio sobre la localización y conservación de los fondos judíos repartidos por todo el mundo con la presencia de directores de centros museísticos.

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