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Rodríguez-Vigil acusa al INI de imponer "a la brava" el plan de Hunosa

El presidente del Gobierno asturiano, Juan Luis Rodríguez-Vigil, ha acusado al INI de "no haber modificado ni un ápice el núcleo del plan de Hunosa" desde que fue presentado a los sindicatos el pasado mes de junio y que todo apunta a que la propuesta de planificación "fue diseñada desde un principio para no ser pactada con los trabajadores e imponerla a la brava". El presidente socialista de Asturias, que se mostró muy preocupado por la situación en la que se encuentra Hunosa y la región, advirtió al INI que la aplicación del plan en los términos propuestos supondrá la desaparición de la compañía en dos años y que, hacerlo de manera impuesta y sin pacto con los sindicatos, generaría "el caos" y "una situación difícil de controlar".Rodríguez-Vigil realizó estas declaraciones en la noche del viernes al sábado, después de haber mantenido una reunión, durante dos horas, con alcaldes y responsables socialistas de los municipios mineros. Éstos anunciaron, al término de la entrevista, su firme voluntad de apoyar cuantas acciones y movilizaciones convoquen en los próximos días los sindicatos mineros SOMA-UGT y CC OO. Ambas organizaciones anunciaron en la madrugada del jueves, tras la ruptura de las negociaciones del plan y convenio colectivo de Hunosa, que emprenderán "acciones de gran dureza y contundencia en Asturias y fuera de Asturias". El presidente asturiano, preguntado si apoyará políticamente las acciones de los sindicatos mineros, aseguró que tiene "la obligación de ser coherente con sus pronunciamientos".

Consecuencias

Rodríguez-Vigil manifestó que "la preocupación ciudadana es real y fundada". A su juicio, es grave la postura del INI "de no modificar ninguno de sus planteamientos" cuando "son predecibles las consecuencias negativas que pueden generarse".El presidente del Principado aseguró que la reducción de empleo prevista (5.960 empleos, un tercio de la plantilla actual, en apenas dos años) supondría "un caos" de tal magnitud que forzaría "el cierre total de la empresa en ese periodo", y generaría "una situación incontrolable" e impediría, en virtud de la tensión y crispación social consiguiente, "cualquier política de reindustrialización".

Rodríguez-Vigil acusó al INI de que "cada vez que, con un enorme esfuerzo, se ha abierto una expectativa de negociación, nos encontramos con la sorpresa de que no existe ninguna modificación de posturas".

El presidente del Ejecutivo asturiano hizo también una advertencia a su propio partido: "Imponer la reconversión sin pacto es legítimo y posible, pero contradice lo que ha sido la filosofía socialista para abordar estas situaciones".

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