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El vicepresidente del Constitucional cree preciso reformar la Carta Magna para que el Senado sea Cámara territorial

El vicepresidente del Tribunal Constitucional, Francisco Rubio Llorente, se pronunció ayer, durante el seminario sobre la Carta Magna que hoy se clausura en la Universidad Carlos III de Madrid, a favor de una reforma de la Constitución que convierta al Senado en Cámara de representación territorial. Otros juristas y casi todos los políticos se manifestaron contrarios a tal reforma, incluidos, anoche, los dirigentes del PP, José María Aznar, y de IU, Nicolás Sartorius.

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En el último coloquio de ayer, Aznar señaló que la lealtad a la Constitución requiere "ser exquisitos respecto a su reforma, que exige prudencia". Se pronunció a favor de "profundizar al máximo el texto actual, antes de carribiarlo". Sartorius coincidió en que hay que asentar la Constitución y no reformarla, ni siquiera el título sobre las autonomías o "para que el Senado tenga un papel más relevante". Y añadió: "Ojalá dure 500 años".En contraste con las alarmas que suscita, sobre todo entre los políticos, la reforma de la Constitución, Rubio Llorente manifestó en la mañana de ayer: "como jurista creo necesaria la reforma constitucional del Senado y como ciudadano tengo confianza en que esta reforma", dijo sonriente, "no va a poner a nuestro país en llamas".

Desdramatizar la reforma

Para desdramatizar la reforma constitucional, recordó que la primera enmienda a la Constitución de los Estados Unidos se aprobó en el primer año de su vigencia y que la Ley Fundamental de Bonn -en buena parte inspiradora de la Constitución española-, ha tenido numerosas reformas. "Lo que han hecho los americanos y los alemanes, lo podemos hacer nosotros", dijo.En el mismo seminario, el ministro para las Relaciones con las Cortes, Virgilio Zapatero, argumentó el miércoles que "si no se alcanza el consenso para reformar el Senado sin cambiar la Constitución, ¿cómo se logrará el consenso necesario para acometer esta reforma?".

En línea con esta posición, ayer mismo dos catedráticos de Derecho Constitucional se opusieron también a la reforma. Manuel Aragón estimó que "tendría más inconvenientes que ventajas" y Pedro de Vega -que se calificó de "bien informado"- la creyó no urgente y sólo propiciada "desde ópticas marginales".

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En respuesta a este comentario, Rubio Llorente recordó que "la minoría no tiene por qué estar equivocada", e ironizó: "Las causas vencidas me gustan más". Puntualizó que daba su opinión "desde la óptica del jurista, que probablemente no será tenida en cuenta por los políticos". Afirmó que "nadie debe rasgarse las vestiduras" ante una reforma "plausible y necesaria". El vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, relacionó el martes pasado la modificación de la Constitución con que "tirar de una tela hecha entre todos puede conducir a rasgarla".

Rubio Llorente explicó así las razones jurídicas para cambiar una Constitución que prevé su reforma en el título X: "El artículo 69 dice que el Senado es una Cámara de representación territorial y es una evideacia que no lo es, porque para elle no basta su actual composición". Señaló que no tiene sentido que el Senado, con menos competencias que el Congreso, carezca de funciones como Cámara territorial.

El profesor de Filosofía del Derecho Luis Prieto expuso que, aunque el modelo constitucional sea el de Estado social y democrático de derecho, "durante estos 13 años, de socialismo", dijo, "no he visto nada". En materia religiosa, aseguró que "hay algunas confesiones que son más iguales que otras" y que "el Estado, a través del impuesto de la renta, se convierte en recaudador de la Iglesia Católica".

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