La lucha en Croacia impide la misión de paz de Vance
Las numerosas violaciones del alto el fuego mostraron ayer que Cyrus Vance se enfrenta a una misión imposible. El enviado especial de la ONU se declaró ayer "perturbado y enojado" por una realidad bélica que supone un boicoteo frontal a sus intentos de un acuerdo sobre el despliegue de cascos azules en las zonas de conflicto. Ayer, Estados Unidos anunció que adoptará medidas económicas de castigo contra las seis repúblicas yugoslavas. A diferencia de la Comunidad Europa, que sólo ha sancionado a Serbia y Montenegro, Washington también impondrá restricciones a Bosnia-Herzegovina, Croacia y Eslovenia.
Una portavoz del Departamento de Estado declaró ayer que las sanciones impuestas por Estados Unidos a las seis repúblicas yugoslavas se justifican como una medida de presión para detener la guerra civil que asuela el país y para que se alcance un acuerdo político entre las partes en conflicto.La portavoz no quiso explicar las razones por las que las sanciones norteamericanas afectan a las seis repúblicas y recalcó que el presidente George Bush ya había anunciado que Estados Unidos emprendería acciones contundentes para detener esa guerra, durante su última visita a Europa.
Las sanciones impuestas por Washington representan el cese inmediato de importaciones y exportaciones, la cancelación de todos los programas de asistencia norteamericana y la congelación de un acuerdo textil entre ambos países.
El pasado año EEUU importó bienes a Yugoslavia por valor de 776 millones de dólares, una cifra que representa el 5% del comercio exterior que recibía ese país antes del estallido del conflicto, informa desde Washington, Albert Montagut.
Se consuma así la ruptura entre las posiciones que ante el conficto del país balcánico mantienen la Comunidad Europea (CE) -que sólo ha impuesto sanciones al bloque serbio (Serbia y Montenegro)- y Estados Unidos, que también se opone a reconocer la independencia de Croacia y Eslovenia, mientras que la CE ha convocado una reunión en La Haya el próximo día 18 para estudiar este punto.
El Secretario General de Naciones Unidas, Javier Pérez de Cuéllar, pidió ayer a la Comunidad Europea que no reconozca la independencia de Croacia y Eslovenia, porque considera que ese tipo de actuaciones podrían dar al traste con sus intentos de mediación en la zona.
El cerco de Osijek
Un nuevo ataque a Osijek se cobró ayer 14 víctimas. Por primera vez las fuentes del Ejército señalaron que sus efectivos habían respetado el alto el fuego pero que las tropas irregulares, dirigidas por Zeljko Raznjatovic-Arkan, habían combatido y tomado la localidad de Tenja de 10.000 habitantes, que es uno de los pueblos más importantes en la proximidades de Osijek.
Un nuevo bombardeo, desde tierra y mar, despertó ayer a los habitantes de Dubrovnik, asediados desde el 1 de octubre por el Ejército federal. Un humo es peso se alzaba por encima de las murallas del casco viejo. La agencia croata Hina informó que la iglesia ortodoxa, el convento dominicano y el hotel Libertas fueron dañados. Las últimas noticias hablaban de 11 muertos y 30 heridos en el bando croata. El portavoz de las Fuerzas Armadas, el coronel Milan Gvero, negó que el Ejército hubiese atacado y señaló que son los propios croatas los que luchan entre sí.
El representante de la Unicef, Stephen di Mistura, actualmente en Dubrovnik, lanzó un "llamamiento desesperado" a las autoridades italianas para informar a la comunidad internacional acerca del nuevo ataque contra la ciudad más bella de la costa adriática.
La tregua en Dubrovnik duró unas dos semanas. Sin embargo, las negociaciones entre los representantes croatas y los militares acerca de la normalización de la vida en esta ciudad no dieron los resultados esperados. Las Fuerzas Armadas exigieron la entrega de las armas de la Guardia Nacional.
Los representantes croatas accedieron a la demanda, pero rehusaron entregarlas al Ejército federal. Propusieron que las armas fueran entregadas a los observadores de la CE o a los cascos azules.
Combates especialmente violentos se desarrollaron también en Lipik (Eslavonia occidental) y en Osijek. Lipik y Pakrac, ciudades donde comenzaron los primeros choques armados en marzo pasado, se asemejan ya a Vukovar: no existen.
El enviado especial de la ONU, Cyrus Vance, se reunió ayer por tercera vez, desde el domingo pasado, con el presidente serbio, Slobodan Milosevic, para discutir las condiciones del envío de los cascos azules a Yugoslavia. Un funcionario de la ONU en Belgrado señaló que Cyrus Vance se encontraba "perturbado y enojado" por el agudizamiento de los combates tras la firma del 140 alto el fuego. Vance se entrevistó también con el presidente de Bosnia, Alija lzetbegovic. "La situación actual cerca de Osijek y Vukovar no es aceptable para el envío de los cascos azulés", precisó Vance. La llegada de las tropas de la ONU implica una tregua duradera.
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