El Insalud de Madrid ya tiene director tras cinco meses de vacío

Antolín Rodríguez Martínez, pediatra de 37 años, natural de Vigo, ha sido designado director territorial del Instituto Nacional de la Salud (Insalud) de Madrid.

El nombramiento viene a llenar un vacío de cinco meses en el Insalud madrileño, creado cuando el anterior director territorial, Francisco Ortega, dejó el cargo el pasado 1 de julio para ocupar la Secretaría General de Salud Pública del Ministerio de Sanidad.

Antolín Rodríguez estudió Medicina en la Universidad de Santiago de Compostela y desarrolló su actividad profesional tanto en el ámbito hospitalario como en la atención primaria. En 1985 fue nombrado director provincial del Insalud de La Coruña. De ahí pasó a hacerse cargo, en 1990, de la dirección territorial de Galicia, periodo que coincidió con la transferencia de las competencias sanitarias al Gobierno gallego. En la actualidad era director comisionado del Ministerio de Sanidad en esta comunidad autónoma.

Antolín Rodríguez, que recibió la confirmación de su nombramiento en la mañana de ayer, tiene previsto venir a Madrid el próximo martes, si bien desconoce cuándo tomará posesión de su cargo.

Diversas organizaciones profesionales y sindicatos habían denunciado la situación de parálisis que vive la sanidad madrileña ante la falta de un interlocutor. "Sé cómo está el Insalud en Madrid. La figura del coordinador era necesaria, pero ha habido un equipo de gente trabajando", declaró ayer Antolín Rodríguez a este periódico. "Lo primero será poner al día las cosas ralentizadas por la falta del director territorial".

Voluntad y diálogo

Fuentes del Insalud achacaron la tardanza en el nombramiento del nuevo director territorial al frenazo dado por el Gobierno a los planes del ministro de Sanidad, Julián García Valverde, de cambiar la estructura del Insalud y convertirlo en un ente público.Los rumores sobre una posible remodelación de la dirección territorial apuntaban a que ésta se haría cargo de la atención primaria (ambulatorios y centros de salud), mientras que la gestión hospitaria pasaría a depender de la dirección general.

El nuevo responsable no quiere adelantar acontecimientos. "No hay decisiones de antemano. La situación de la sanidad madrileña es difícil, pero no inabordable. Los hospitales atienden a mucha población, parte de ella de otras comunidades autónomas; la atención primaria debe potenciarse... Yo ofrezco mi más absoluta dedicación y el diálogo con todo el mundo para mejorar las cosas y adaptar la asistencia sanitaria a las demandas sociales".