Verdaderas mentiras y falsas verdades sobre Picasso
ENVIADA ESPECIALJohn Ricardson (Londres, 1924) cuenta principalmente con un material único: las largas y frecuentes charlas con Picasso durante casi 12 años, y la posterior amistad con su viuda Jacqueline. La idea original de este ensayista de arte, que ha publicado anteriormente libros sobre Manet y Braque, fue escribir un libro sobre los retratos de Picasso. "Mi vida es un diario", le dijo el artista malagueño en una ocasión, como quien deja una pista para el investigador.
"El inicio de la biografía a través de los retratos partió de una idea de Dora Maar, una de las mujeres de Picasso", dice Richardson. "Ella me dijo una vez que cada vez que Picasso cambiaba de mujer, todo cambiaba. Se trasladaba a otra casa cambiaba de amigos, de perro, y por supuesto, de estilo. Entonces pensé: voy a empezar con el cambio de mujer y luego ir poco a poco viendo cómo cambiaba todo. Picasso tenía una fijación antropornórfica. Muchas de sus naturalezas muertas eran retratos de sus mujeres. Con Marie Therese, la fuente de peras con esos frutos voluptuosos eran como era su mujer. Todo era en cierta forma como un retrato, hasta los paisajes estaban impregandos de la mirada de la mujer, de la sensación de su proximidad. El libro que empecé se complicaba demasiado, era un proyecto inabarcable, y lo dejé de lado. Pensé que debería hacer, más adelante, una biograrla completa. Durante los años que viví cerca a Picasso tomé notas constantemente con esta idea. Yo le había hablado sobre el libro de los retratos y estaba de acuerdo".
"Me decidí a escribir una biografia porque era importante hacerlo antes de que todos los testigos murieran y desaparecieran. Quería establecer los hechos de una manera definitiva porque se ha escrito mucho sobre Picasso y hay muchas mentiras que circulan sobre él. Picasso ha sido historizado, simplificado como un comunista o un misógino que maltrataba a sus mujeres, un anarquista, en fin... He procurado verlo desde todas las perspectivas posibles".
"Yo, que he conocido a Picasso, me doy cuenta de lo paradójico que era. Lo único que fue una constante en él fue su hispanidad. Y es por eso que he querido siempre escribir sobre él como un artista español. Habiéndolo conocido como lo hice, te dabas cuenta que cualquier verdad que pudieras decir sobre Picasso, y también lo más opuesto a ello podían ser ciertas a la vez".
Según Richardson, hay varias ideas equivocadas sobre Picasso, que son algunas de las más tópicas y difundidas. "Hay básicamente dos ideas equivocadas sobre él", dice Richardson. "Creo que es una gran equivocación ver a Picasso como alguien que tuvo un fuerte componente político hasta los años treinta. Cuando era joven no tenía un punto de vista político muy definido. No hay ninguna evidencia que lo pueda ligar a los anarquistas, por ejemplo. Era apolítico de joven. Una de las primeras cosas que hice fue ir a ver a uno de los principales dirigentes comunistas franceses de la época, para después discutir con Jacqueline lo que ella pensaba de aquello. Para mi sorpresa, los dos coincidían plenamente. ¿En que consistía el comunismo para Picasso?, les pregunté. Ambos dijeron que era antifascista, estaba en contra de la guerra y de la existencia de la miseria. Y, ¿a favor de qué estaba? -porque esas ideas, al fin y al cabo, las tenemos todos- Pienso que sus ideas eran un tanto ingenuas y bienintencionadas. El comunista me dijo que Picasso, después de inscribirse en el partido, se convirtió en uno de los principales y más activos líderes. Pero, en primer término, Picasso era un artista y alguien que odiaba cualquier tipo de ortodoxia. No tenía una formación ideológica. Pero por su naturaleza era nietzscheano. Se veía a sí mismo como un superhombre, que resulta difícil encuadrar dentro de cualquier tipo de ideología política".
"La segunda idea es la noción simplista de Picasso como misógino, como un tirano con sus mujeres. Como un andaluz naci do en 1881, Picasso se comportaba como tal. Pero lo sorprendente es lo tierno que era Picasso con sus mujeres. Era un hombre violento y apasionado, pero poseía una extraordinaria dulzura, como suele suceder con los andaluces. Era muy afectuoso con todo el mundo; con sus amigos era muy físico. No era un monstruo, aunque tenía un lado monstruoso. Pero ese aspecto ha sido demasiado exagerado, sobre todo por las feministas".
"El mito de Picasso que Penrose difundió, el del niño prodigio que desde pequeño dibujaba como Rafael y que pasó sin ningún esfuerzo todos los exámenes en las academias de arte, es falso, y sólo hay que ver sus cuadernos de la época para darte cuenta de que sí era un genio innato, pero que se convirtió en lo que fue después de pasarse dibujando constantmente durante años. Y por eso su trabajo es tan poderoso. Y quisiera insistir en que a lo largo de toda su vida, Picasso estuvo totalmente concentrado en cada cosa que hacía. Cuando Picasso decía que no hay algo como un mal picasso, creo que tenía toda la razón. Cada cosa que hacía era producto de una total concentración, como grabada con fuego. No se escudaba en la facilidad que tenía".
El próximo 25 de enero van a subastar algunas de las últimas piezas de la colección de Douglas Cooper, heredada por William McCarty Cooper. "La historia de esta colección es una verdadera tragedia, porque realmente fue la colección privada más hermosa de cubismo que hubo en el mundo. Las obras se concentraban en el periodo de 1906 a 1914. Se habían juntado las piezas de cada uno de esos años, papeles, pinturas, esculturas, y era muy completa. Podías comparar qué hacían Braque, Gris y Picasso en cada momento. Picasso, Leger y Braque disfrutaban mucho viéndola. Yo fui durante unos años allí como conservador, pero yo era muy joven -viví con Cooper de los 25 a los 35 años- y llegó un momento en que decidí vivir mi propia vida. Le debo mucho a Douglas, pero tuve que liberarme de él. Mientras tanto, Douglas se peleó con todos los museos. Creí que la donaría completa al Prado, pero tuvo problemas y decidió no hacerlo. Esta colección debía mantenerse unida, porque si quitabas una sola pieza se estropeaba. Douglas sintió al final quenadie era digno de ella. Douglas adoptó a este muchacho por una razón, porque, según la ley francesa, si él moría sus hermanos heredarían todo su patrimonio. Y Douglas odiaba a su familia. Es una tragedia que no se pueda ya nunca más ver junta en un museo. En un acto de autodestrucción, Douglas le dejó la colección a Billy McCarty (un decorador muy de moda en los años sesenta que murió de sida a principios de este año). Él la empezó a vender poco a poco y se gastaba el dinero en unas fiestas inmensas, ridículas, de cerca de 20 millones de pesetas cada noche".
Pero la colección empezó a declinar 10 años antes de que Cooper muriera, cuando en 1974 robaron 25 cuadros de Picasso, un Braque y un Gris, que nunca se han recuperado. "Yo sé más o menos qué pasó. Lo sé porque algunos de los cuadros eran míos, aunque Douglas nunca me dejó llevármelos. Los ladrones consiguiron entrar y vendieron los cuadros a cierta Mafia italiana. Douglas recibió un mensaje en que le pedían un millón de dólares, o así, por el rescate. Y él se negó a pagar. Acudió a la policía y no averiguaron nada. Un día un galerista suizo, Thomas Amman, le ofreció a Cooper una acuarela cubista. Era una de las suyas. Siguieron la procedencia y llegaron a un pobre hombre horrorizado que no quiso decir nada por temor a una venganza de la Mafia. En otra ocasión la galería francesa Louis Leiris -que estuvo writrada mucho tiempo en el cubismo- recibió a un hombre que trajo algunas de las otras obras, y lo dejaron ir.
Billy trató de juntar en cierto momento la colección y contrató un detective privado, que terminó preso en una cárcel siciliana."
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