El 'imperio americano', de vacaciones

Si quiere usted empacharse de EE UU, conocer a todo el país comiendo pastel de calabaza y brindando por su grandeza; si quiere ver a la tradicional familia norteamericana en torno a un pavo y a una bandera, ajena a todo problema distinto a las nevadas sobre las llanuras de Nebraska, tiene usted que conocer Estados Unidos en un día como hoy.

La primera potencia del mundo descansa hoy. Es el Día de Acción de Gracias (Thanksgiving Day), la principal fiesta nacional, la jornada en la que se celebra la tradición puritana de este país, el orgullo de ser norteamericano.La historia exige que cada último jueves de noviembre se recuerde el esfuerzo de los pioneros, que descansaron este día para dar gracias a Dios por la gran cosecha de 1621.

Este año hay cosas nuevas que celebrar para los estadounidenses: la caída del comunismo, la victoria en el Golfo, la consolidación del poder mundial de su país. Pero, tal vez, en 1991 han pesado más las desgracias: la muerte del actor Michael Landon, el contagio de sida del deportista Magic Johnson, la crisis económica.

Como en todas partes, los jóvenes son algo indiferentes a estas celebraciones. Pero la tradición pesa. El abogado que inicia su carrera en Washington, la economista que realiza un curso en Japón y el soldado destinado en Turquía se reúnen en California para discutir en familia sobre Anita Hill, Mario Cuomo, el estado de las carreteras, las ventajas de la seguridad social en Europa, el aborto y George Bush.

El presidente, lo mejor que puede hacer este día es demostrar a sus compatriotas que él también celebra la sagrada festividad. George Bush preside la ceremonia de amnistía del único pavo que sobrevive a la matanza, y su esposa, Barbara, pone la última estrella en el árbol de Navidad de la Casa Blanca. En el teléfono de la presidencia, una voz anuncia que "hoy no hay actividades previstas por respeto a Thanksgiving".

"El Día de Acción de Gracias es una fiesta auténticamente americana", dijo el presidente Bush en la víspera. "En este día agradecemos a Dios por sus bendiciones de libertad, seguridad y paz, y también recordamos a todos aquellos que están sin trabajo, que tienen problemas de salud o que se encuentran solos".

El presidente pasó el último Día de Acción de Gracias junto a los soldados que aquellos días esperaban órdenes en Arabia Saudí. Pero este año ha preferido quedarse en casa, porque sus problemas están aquí.