El escultor Robert Therrien expone por primera vez en España

Un total de 70 obras del norteamericano Robert Therrien (Chicago, 1947) inauguraron ayer la serie de exposiciones dedicadas a jóvenes artistas internacionales nacidos en la década de los cincuenta que el Centro de Arte Reina Sofía (CARS) de Madrid proyecta realizar esta temporada.

Para la directora del Reina Sofía, María Corral, la elección de Therrien para inaugurar la serie de muestras se basa en que "a pesar de que su obra empieza a tener relieve en los años ochenta, en pleno apogeo de un cierto expresionismo, Therrien optó por una obra callada más basada en la poética del espacio que en el grito de la obra". Ésta es la primera vez que el escultor norteamericano exhibe su obra en España.El artista ha invertido 15 días en instalar las 70 esculturas y cuadros en unas diez salas del museo. Según comenta Robert Therrien, suele montar sus propias exposiciones ya que una de sus mayores preocupaciones son las distintas perspectivas y percepciones que se tienen de un mismo objeto. El escultor asegura que una de sus obras más significativas es un cono truncado, ya que éste permite "gran número de referencias posibles puesto que funciona tanto como escultura bidimensional o en tres dimensiones". El artista utiliza muy diversos materiales, desde el bronce, el papel o el cartón, pasando por la reutilización de objetos cotidianos como muebles de cocina oxidados, cajas de zapatos o platos de papel. "Habitualmente hago una primera maqueta en cartón o papel de la obra antes de que se me vaya la idea que quiero hacer, pero después adapto el material más conveniente para la obra final".

Therrien pertenece a un grupo de artistas norteamericanos que pretende revalorizar la escultura ante la herencia minimalista y ausente de referencias personales de la generación inmediatamente anterior. Por el contrario, este norteamericano reutiliza objetos cotidianos con los que se siente muy apegado y "tras un primer momento sentimental", los transforma en escultura pública y "ausente de sentimientos".

Cada una de las salas contiene entre tres y cinco obras donde el espacio "es el gran protagonista", explicó Therrien. "Me siento más a gusto en espacios fríos y casi monacales que en salas de exposición más cálidas y envolventes".

La comisaria de la exposición, Margit Rowel, aseguró que la apuesta personal por este artista se basaba en la capacidad sorpresiva de su obra: "Cuando se vive en continuo contacto con el arte, es cada vez más difícil que algo sorprenda y la obra de Therrien consigue escapárseme siempre. Al igual que Fabro, son artistas que nunca se pueden agotar".