EE UU prepara un centro para acoger haitianos en la base de Guantánamo

El Pentágono ha desplazado hasta la base norteamericana de Guantánamo, en Cuba, un equipo de expertos para construir allí un centro de acogida a los miles de refugiados haitianos que abandonan su país huyendo de las pésimas condiciones existentes desde la caída del Gobierno de Jean-Bertrand Aristide.

El equipo está dirigido por un general del cuerpo de Marines e integrado, según anunció el Departamento de Defensa, por médicos, especialistas en el trato a refugiados y personal militar.Con esta medida, el Gobierno norteamericano trata de encontrar una solución al drama creado por la presencia en aguas internacionales, a bordo de rústicas embarcaciones, sin alimentos ni agua, de más de 3.000 haitianos a los que no se autoriza a permanecer en territorio de EE UU por no ser considerados refugiados políticos. Esta fórmula se contradice con los principios defendidos por Washington en Asia, donde se opone a la repatriación de los refugiados vietnamitas en Hong Kong, pero las autoridades norteamericanas consideran que, si se diera permiso a los boat people haitianos, decenas de miles de refugiados económicos abandonarían inmediatamente aquel país en busca de acogida en Estados Unidos.

Hasta el momento, la guardia costera norteamericana ha recogido del mar a unos 3.000 haitianos, atendiendo a la orden de un tribunal de Miami que prohibió la repatriación. Otros cientos de ellos se aproximan cada día a las costas de Florida.

La construcción de un centro de acogida en Guantánamo podría solucionar temporalmente la tragedia de toda esa gente, pero no serviría para poner fin al problema iniciado hace un mes. Los expertos consideran que la existencia de ese centro puede estimular a otros miles de haitianos, que preferirían vivir como refugiados a soportar las calamidades de su país.

La situación en Haití se ha hecho especialmente angustiosa como consecuencia del bloqueo económico impuesto por la Organización de Estados Americanos (OEA), con el respaldo de Washington, para forzar el retorno al poder de Aristide, que fue derrocado por un golpe militar el pasado 30 de septiembre. El bloqueo, sin embargo, no ha tenido hasta ahora más resultado que provocar el hambre entre la población más humilde.

EE UU, en coordinación con la OEA, ha propiciado el diálogo entre los antiguos y los nuevos gobernantes como única salida para la crisis de Haití. El fracaso de esas conversaciones y el agravamiento del problema de los refugiados insta a EE UU a plantearse otras medidas.