La socialdemocracia no se opone al liberalismo, según Jorge Semprún

Jorge Semprún, ex ministro de Cultura, afirmó anoche en el Club Siglo XXI, de Madrid, que es "totalmente falso plantear que existe problema entre socialdemócratas y liberales. El problema está entre socialdemócratas y populistas de izquierda". Estas fueron las máximas alusiones que Semprún consintió hacer a la situación española, tras una pregunta en la que se tildó de "supuestos liberales" a los ministros de Economía y de Industria, Carlos Solchaga y Claudio Aranzadi, que le flanquearon durante un coloquio.Semprún pronunció una conferencia en el Club Siglo XXI sobre el tema La democracia, lugar de encuentro. Dedicada íntegramente a la situación cubana y, más en concreto, a una crítica demoledora del sistema castrista, salpicada de ejemplos históricos, remontándose al año 1959, para caracterizar, a Fidel. Castro como un dictador, prácticamente desde el primer momento.

La conferencia precedía además a un foro sobre Cuba y la transición a la democracia que se inicia hoy en Madrid y se prolongará hasta mañana, con intervención del propio Semprún, de importantes intelectuales españoles y figuras del exilio cubano.

A la conferencia asistieron el ministro de Cultura, Jordi Solé Tura, y el de Industria ya citado. Solchaga, que regresaba de Bruselas, se incorporó a la cena junto con Aranzadi, mientras Solé Tura se marchó. Asistió también el Premio Nobel mexicano de Literatura, Octavio Paz. Presentó a Semprún el poeta cubano en el exilio Heberto Padilla.

Semprún aseguró que era necesaria más democracia interna en los partidos y menos poder de los aparatos. Insistió, tras una alusión al liberalismo de los ministros que le acompañaban, en que "la socialdemocracia no puede oponerse al liberalismo porque tiene un componente liberal desde Indalecio Prieto". En el coloquio repitió la frase con la que había terminado su conferencia, referida a Cuba: "Ha llegado la hora de que los fusiles se arrodillen ante el pueblo". Semprún explicó que esta frase la pronunció Fidel Castro en 1959 y conviene hacerla realidad en este momento.