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La Comisión Europea respalda la cohesión económica que pide España

La Comisión Europea asume la demanda española sobre cohesión económica y social y pide a los 12 países comunitarios. que acepten el compromiso el próximo 10 de diciembre en la cumbre de Maastricht para evitar un veto sobre la unión política y monetaria. La Comisión Europea hará pública su posición mañana por medio de un comunicado, aunque el presidente de la misma, Jacques Delors, informó ayer a los ministros de Economía y Finanzas de los 12 países miembros de la Comunidad Europea de su contenido.

Las propuestas "son positivas y podríamos aceptarlas", declaró el ministro español de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga.La toma de posición de la Comisión Europea se produjo en un seminario de reflexión celebrado el pasado fin de semana. Los comisarlos decidieron mantener en secreto el contenido del llamamiento a los Doce hasta su aprobación formal en la reunión que se celebrará hoy en Bruselas.

Sin embargo, diversas fuentes confirmaron el contenido de las exigencias mínimas que la Comisión Europea plantea en materia de cohesión, política social, poder de codecisión para el Parlamento Europeo y sobre la cláusula de exclusión de la moneda única que pide el Reino Unido.

En lo relativo a la cohesión, el Ejecutivo de la Comunidad Europea propone duplicar los actuales fondos estructurales, crear un nuevo fondo, llamado de convergencia, y autorizar un mayor porcentaje de cofinanciación comunitaria en aquellos países que tienen retraso sobre la media.

El nuevo fondo estaría destinado a financiar la construcción de grandes redes y programas de protección del medio ambiente, así como algunos ajustes para la adaptación de las economías a la unión monetaria.

Por el lado de los ingresos, la Comisión suscribe las tesis del Gobierno español de incluir un artículo en el tratado de unión económica y monetaria que incluya la progresividad de las contribuciones a partir del principio de prosperidad relativa.

Se trataría de un quinto recurso que compensaría el exceso de pagos a la Comunidad en concepto de impuesto sobre el valor añadido (IVA) de un país como España, con alto nivel de consumo y turistas.

El apoyo de la Comisión permite no sólo romper el actual aislamiento, sino también aumentar el interés de determinados países como, por ejemplo, Bélgica o Luxemburgo, que suelen prestar su concurso a las propuestas de Jacques Delors y de los comisarlos. La Comisión, por otra parte, reafirmó ayer en Bruselas que el déficit público de los Doce no podrá superar el 3% del PIB. Pasa a la página 51

La Comisión da apoyo a González cara a Maastricht

Viene de la página 1 La posición de la Comisión coincide sustancialmente con la petición española. El único problema son las garantías para los fondos, aunque el ministro de Economía y Hacienda, Carlos Solchaga, habló ayer de "tres instancias": el propio Tratado hacia la unión política, los protocolos (con caracter vinculante) o declaraciones anejas y la revisión de las perspectivas financieras de la CE, anunciadas para el próximo año.

El Gobierno de Alemania parece dispuesto a aceptar un compromiso porque los cinco lander de la ex RDA quedarían incluidos en la cohesión. La oposición a la postura española partirá, sobre todo, de los gabinetes del Reino Unido, Francia y Holanda.

Poder de veto

El comunicado de la Comisión Europea -"para salvar la cumbre de Maastricht", en expresión de un responsable comunitario- recoge limitar la cláusula de exclusión de la moneda única (opt-out) exclusivamente al Reino Unido. "Se trata de asumir que un país tiene problemas, pero no de crear una asidera para el resto", añade. La Comisión propone excluir la energía de los campos de decisión por mayoría y sometidos a la codecisión legislativa del Parlamento Europeo. A cambio, el poder de veto de la Eurocámara, y, en consecuencia, la mayoría cualificada en las decisiones de los Doce países comunitarios, se aplicaría en las grandes redes (transportes y comunicaciones) y medioambiente.

España aceptaría este punto, a cambio de la cohesión. Por último, el ejecutivo de la Comunidad Europea exige incluir la política social en el tratado de unión política, a pesar del veto británico.

El apoyo explícito y conjunto de la Comisión Europea a la petición española sobre "cohesión económica" (es decir sobre los mecanismos que permitan asegurar la ayuda de los países más prósperos de la CE a los que lo son menos), significa que el presidente Felipe González no acudiría aislado a la cumbre de jefes de Estado y de Gobierno que tendrá lugar el próximo 10 de diciembre en Maastricht (Holanda).

El apoyo de la Comisión permite no sólo romper el actual aislamiento sino también "aumentar" el interés de determinados países, como Bélgica o Luxemburgo, que suelen prestar su concurso a las propuestas de Jacques Delors y de los comisarios. Además, animaría a tener una actitud más beligerante a países como Grecia, Portugal e Irlanda, a los que beneficia en teoría la petición española pero que hasta ahora se han mostrado apáticos porque obtienen suficiente apoyo financiero a través de otros mecanismos, que, sin embargo, no ofrecen tanto rendimiento a España.

En cualquier caso, las reclamaciones españolas no han sido todavía aceptadas y llegarán hasta la mesa de Maastricht, junto con otros puntos importantes, para que sean los jefes de Gobierno quienes tengan la última palabra.

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