_
_
_
_

Nimeño II se suicida en su casa de campo

El diestro francés estaba parcialmente incapacitado tras una grave cogida en 1989

Christian Montcouquiol, Nimeño II, casado y padre de dos hijos, el mejor torero francés de todos los tiempos, se suicidó ayer en su casa campestre de Caveirac, en la región del Gard, según informó la gendarmería local. El torero, de 37 años de edad, estaba parcialmente incapacitado desde 1989 a causa de la lesión cervical que sufrió en una corrida de la feria del Arroz de Aries. La gendarmería, que mediada la tarde no había facilitado detalles, constató la muerte de Nimeño a las 13 horas.

Nimeño II, nacido el 10 de marzo de 1954, no se había recuperado ni física ni psicologicamente de la cogida sufrida el 10 de septiembre de 1989 en Arles. Pañolero, un miura de 549 kilos, le enganchó y le arrojó al aire. El torero se fracturó dos vértebras cervicales en la caída, y tuvo que ser hospitalizado en un estado desesperado en el hospital Timone de Marsella.Merced a su voluntad, el torero sorprendió a los médicos que habían pronosticado su parálisis total. Tras largos meses de lucha contra la enfermedad, el matador francés recuperó muchas de sus funciones, pero nunca la de su mano izquierda. El pasado 18 de mayo, anunció que abandonaba definitivamente su carrera taurina.

La última aparición pública del torero se remonta al pasado 30 de octubre, en el curso de la entrega de unos premios taurinos en París. Sus amigos declararon ayer que. el torero estaba agotado psicológicamente por la reeducación intensiva y, sobre todo, por el hecho de tener que aceptar que nunca volvería a pisar un ruedo. Nimeño se había encerrando en sí mismo. Privado de los toros, un universo en el que probó su talento y que le dio toda su gloria, el matador francés no encontraba razones para seguir viviendo.

Nacido en Spire, una localidad alemana, en el seno de una familia de militares franceses, Nimeño II debía su nombre de guerra taurino al hecho de que vivió en Nimes desde la edad de 18 meses. El ambiente taurino de esa localidad meridional francesa y la influencia de su hermano, el novillero Nimeño I, fueron determinantes en su pasión por los toros.

De espontáneo

El torero francés mató su primer toro en una novillada celebrada en 1969 en Saint-Gilles. Por aquellas fechas Christian Montcouquiol se hizo famoso por sus intervenciones como "espontáneo" en diversos ruedos franceses. Cuenta su leyenda que una vez, en Aries, le robó algunos pases a un toro de Manzanares.Guiado por su hermano, Nimeño II comenzó una dolorosa ascensión en el mundo de los toros. El 28 de mayo de 1977 recibió la alternativa en las arenas de Nimes, con Elegante, un toro de la ganadería de Torrestrella. Ángel Teruel fue su padrino y Manzanares su testigo. Durante la década qué siguió, al ritmo de una veintena de contratos por año, Nimeño II se consagró en las plazas españoles y mexicanas. En marzo de 1987, realizó la mejor faena de su carrera en Cancún (México), un acontecimiento recordado desde entonces en esa plaza con la estatua del torero francés.

Numerosas cogidas

Herido en numerosas ocasiones, Nimeño II tenía el cuerpo recubierto de cicatrices. El especialista francés Jean Virebayre le calificó ayer de "el mejor torero nacido al norte de los Pirineos" y "uno de los 10 mejores matadores mundiales de la década de los 80". Virebayre subrayó que Nimeño II había sabido pasar de "la fogosidad y el coraje de sus comienzos" a la "dosificación de movimientos y suavidad que son las características de los más grandes en la profesión".Al conocer la noticia de su suicidio, todas las emisoras de radio francesas la dieron como la principal de la jornada. Y es que la personalidad de Nimeño Il estuvo directamente vinculada al espectacular renacimiento de la afición por la tauromaquia en Francia.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_