Ercros y Elf negocian integrar sus fertilizantes para evitar el derrumbe de Fesa-Enfersa

Ercros y el grupo francés Elf Aquitaine negocian integrar sus divisiones de fertilizantes, Fesa-Enfersa y Atochem. Según Narciso de Mir, presidente de Ercros, "los contactos no concluirán antes del verano". Sin embargo, las últimas protestas originadas por la crítica situación de Fesa -con deudas que algunas fuentes cifran en 100.000 millones- han acelerado las negociaciones, que están auspiciadas por el Ministerio de Industria. El departamento que dirige Claudio Aranzadi quiere supervisar la integración, y en una próxima reunión que se celebrará en su sede se detallarán los pormenores de la operación. Elf intenta reforzar su presencia en España, donde ya controla el 34% de Cepsa.

Fesa-Enfersa arrastra unos costes financieros en el ejercicio actual de 10.000 millones de pesetas, una deuda a largo plazo reconocida por la empresa superior a los 25.000 millones lo que le genera problemas de liquidez. Esta situación ha provocado que no haya podido hacer frente a varios pagos y que, en círculos próximos al grupo químico, se haya hablado de la posibilidad de que presentase suspensión de pagos. Esta circunstancia fue rechazada ayer por altos dirigentes de la empresa, que reconocieron, no obstante, el delicado estado que atraviesa."Los acreedores de la compañía se muestran intranquilos ante los próximos vencimientos y esperan decisiones de la Administración con relación a las importaciones de amoníaco y fosfatos y a la viabilidad del sector nacional de fertilizantes", señalan fuentes vinculadas a la estructura de la deuda de Fesa-Enfersa. El INI mantiene un 20% de Enfersa, que vendió al grupo Ercros.

Ayer, el director general de Industria, Antonio Fernández Segura, se reunió con la comisión de seguimiento del plan de fertilizantes. En esa reunión manifestó, según fuentes consultadas, que apoyaba la integración de Fesa-Enfersa en un grupo internacional como paso para la salvación y que las principales complementariedades estaban con Atochem.

Por su parte, Javier de la Rosa, vicepresidente ejecutivo del Grupo Torras, empresa propietaria de Ercros, matriz de Fesa-Enfersa, negó ayer, a este diario que haya tensiones entre los responsables ejecutivos del grupo en España y el office de KIO con sede en Londres. "El office kuwaití está descontento por la magnitud de la crisis de los fertilizantes, que podría arrastrar a Ercros puesto que buena parte de la deuda total de Fesa-Enfersa está contraída por la sociedad matriz", aseguran esas fuentes. En este extremo coinciden otras fuentes vinculadas a acreedores externos y los sindicatos pertenecientes a la comisión de seguimiento de la reconversión de los fertilizantes.

Esta situación de crisis, negada por Javier de la Rosa, se produce pocos meses después de que KIO reforzara la confianza en su importante grupo industrial español inyectando en la matriz patrimonial, el Grupo Torras, 170.000 millones por medio de una reconversión de deuda en capital.

Además de Ercros, el Banco de Crédito Industrial (BCI), incluido en la Corporación Bancaria de España (CBE), y el grupo INH se reparten el resto de la deuda de Fesa-Enfersa.

La parte de esa deuda contraída con la matriz Ercros ha sido cifrada en 13.000 millones de pesetas después de realizada la última capitalización de un tramo del préstamo estimado en 4.500 millones de pesetas. La deuda del BCI, que corresponde a los pasivos heredados de Enfersa -empresa adquirida al INI en 1988- y de la fusión entre Cros y Explosivos Riotinto que dio lugar a Ercros, se sitúa por encima de los 22.000 millones. A 31 de diciembre de 1990, el pasivo bancario alcanzaba los 25.300 millones y ahora está en torno a 19.000 millones.

La viabilidad de Fesa-Enfersa está en entredicho por las compras masivas por parte de los agricultores españoles de fertilizantes importados de países como Noruega, donde el precio del amoniaco es una quinta parte del de España. El grupo tiene 13 plantas (Huelva, Puertollano, Cartagena, Sevilla, Sagunto, Avilés, Zaragoza y Valladolid), una plantilla de 4.000 trabajadores y un empleo inducido de 10.000.