_
_
_
_
Editorial:
Editorial
Es responsabilidad del director, y expresa la opinión del diario sobre asuntos de actualidad nacional o internacional

Energía de fusión

EL PASADO sábado, los científicos responsables del proyecto europeo de fusión nuclear anunciaban un importante avance en su desarrollo. Dicho proyecto ha venido girando en los últimos años alrededor de una máquina experimental, llamada JET (Joint European Torus), situada en las cercanías de Oxford.El hecho de obtener de la energía de fusión nuclear, que desprende un plasma calentado a centenares de millones de grados, una potencia de unos 2.000 kilovatios durante unos dos segundos puede parecer baladí, pero supone un progreso considerable sobre todo lo obtenido anteriormente. Tanto el tiempo durante el que se ha mantenido la producción de energía, enorme para lo usual hasta este momento, como su cantidad se han debido a una innovación en la composición de ese plasma, el combustible de fusión, prevista desde hace tiempo, pero pospuesta por su dificultad técnica. El caso, es que la primera tentativa hecha en esta dirección se ha saldado con un indiscutible éxito, y ello debe ser motivo de satisfacción.

También es muy positivo comprobar cómo un programa de investigación europeo, adecuadamente financiado y gestionado, ha colocado al continente en una posición de ventaja respecto de Estados Unidos, líder indiscutible en la materia hasta hace unos pocos años, y de los japoneses, cuyo programa de investigación en fusión nuclear es en la actualidad extremadamente ambicioso.

Pero el examen, de lo conseguido, con ser impresionante a los ojos de los expertos, nos revela la distancia que es preciso recorrer todavía antes de que esta nueva fuente de energía pueda ser utilizada industrialmente. El objetivo final del proceso no es otro que el de emular ese gigantesco reactor de fusión nuclear natural que es el Sol y hacerlo artificialmente en una máquina sobre nuestro planeta. El complejo proceso por el que el Sol obtiene su propia energía parece más próximo ahora, pero está aún muy lejos de alcanzarse una rentabilidad satisfactoria. La posibilidad de conseguir las condiciones de temperatura y densidad requeridas para desencadenar dicho proceso ha sido, desgraciadamente, demostrada ya en las explosiones de ingenios termonucleares. Hacer que esa energía fluya de manera continua y controlable de las entrañas de la sutil materia que conforma un plasma es una tarea más difícil y comprometida.

El Comité para la Evaluación del Programa de Fusión Europeo, constituido por la Comisión Europea, concluía en su informe final hace ahora algo más de un año que no era verosímil llegar a un prototipo de reactor de fusión que produjera electricidad en condiciones próximas a las de comercialización antes del año 2025, y ello tras cuantiosas inversiones en investigación y desarrollo en las distintas fases previas. Dicha estimación es, sin duda, más realista que otras que fueron hechas en el pasado y que sugerían que esta nueva fuente de energía estaba siempre a punto de ser utilizable socialmente.

Al mismo tiempo, el comité aconsejaba el mantenimiento del esfuerzo europeo a largo plazo en esta materia, en el convencimiento de que no hay más recambio válido para la producción de energía, una vez agotados los combustibles fósiles, que la fusión, que una vez dominada puede ser una fuente de energía virtualmente inagotable y comparativamente limpia. Afortunadamente, parece que ese esfuerzo está rindiendo frutos y que va a ser posible recorrer el camino que aún, queda conjuntamente por Europa, Estados Unidos, la Unión Soviética y Japón, tal y como ha sido ya acordado con objeto de reducir los costes de cada parte. Todo ello sin olvidar que, sea cual sea el futuro de la producción de energía, vital para el bienestar de los humanos, la mejor política es y seguirá siendo el ahorro, energético en los países desarrollados, tanto desde el punto de vista económico como social y medioambiental.

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_