George Bush dice que el 98% del hemisferio norte vive en democracia
En el cementerio de Artington, en Washington, estaban ayer las mismas caras emocionadas de los viejos combatientes cargados de arrugas y de medallas al valor. Pero este 11 de noviembre, los soldados norteamericanos tenían dos nuevas victorias que celebrar: la guerra del Golfo y la caída del comunismo en la Unión Soviética.
Pocas veces el día nacional de los ex combatientes fue celebrado aquí con tanto triunfalismo, porque pocas veces también el poder mundial de este país había sido tan indiscutible. "Los ideales sobre los que esta gran nación fue fundada echan hoy raíces en nuevas tierras fértiles", dijo el presidente norteamericano, George Bush.Desde un podio solemne presidido por dos enormes banderas de Estados Unidos, Bush, en su calidad de comandante en jefe de los ejércitos, rindió homenaje a "los hombres que entregaron su vida por la libertad" en las dos guerras mundiales, en Corea y en Vietnam, y especialmente "a los que cumplieron orgullosamente con su misión en la Operación Tormenta del Desierto".
Gracias a ellos, dijo Bush, "el 98% del hemisferio occidental vive hoy en democracia: los europeos del Este y del Oeste caminan unidos de una manera que nadie pudo imaginar, los viejos enemigos de Oriente Próximo se han sentado a dialogar, la URSS se libera de las manos del comunismo". Siempre que una guerra acaba parece que será la última recordó el presidente. Nadie sabe si la guerra del Golfo será, efectivamente, la última -"todavía quedan restos que se resisten a la democracia", advirtió Bush-, pero el mundo vive hoy una nueva realidad que permite pensar que "en los años futuros la cara de la guerra retroceda hasta nuestra memoria más distante".
El presidente Bush aseguró que EE UU seguirá alerta para "luchar por la libertad" en cualquier momento en que sea necesario. "Estados Unidos", dijo, "seguirá siendo siempre una fuerza en favor de la paz en el mundo. Pero la paz que buscamos es una verdadera paz: el triunfo de la libertad y la prosperidad no es una mera ausencia de la guerra".
La jornada del ex combatiente se celebró con las lágrimas de los que lucharon en Vietnam frente al muro de mármol negro que recuerda los nombres de sus compañeros caídos y con la ofrenda de flores sobre las tumbas de los miles de muertos en las cinco guerras en las que este país ha participado a lo largo de, este siglo.
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