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El alcalde de Banyoles, instado a retirar un negro disecado del museo municipal

Alfonso Arcelín, un médico de origen haitiano y nacionalidad española que ejerce en Cambrils (Tarragona), ha escrito una carta al Ayuntamiento de Banyoles (Gerona) solicitando la retirada del hombre disecado de raza negra que se expone en el museo municipal Darder. El médico, que envió la carta hace 10 días, afirma que de no cumplirse su petición se pondrá en contacto con los países africanos para que boicoteen Banyoles como subsede de remo de los Juegos Olímpicos.

El alcalde de Banyoles, el socialista Joan Solana -que se reconoce contrario a la exhibición del hombre disecado-, ha ordenado la elaboración de un informe técnico en base al cual piensa responder al doctor de Cambrils.Alfonso Arcelín, militante del Partit dels Socialistes de Catalunya (PSC) desde hace nueve años y secretario de organización de la agrupación de Cambrils, considera que la exposición "es denigrante y anticonstitucional". Sobre su reivindicación, afirma: "No lo hago por política; yo soy negro y me siento insultado". Arcelín no concibe que "en una sede olímpica, donde acudirá gente de todos los países y de todas las razas, se exhiba un ejemplar de raza humana". Por ello, el médico que reside en Cambrils desde 1979 y tiene la nacionalidad española, está decidido a encabezar una campaña contra el negro disecado de Banyoles si no se atiende a su peticíón. En este caso, Arcelín piensa ponerse en contacto con las embajadas de los países africanos y explicarles la situación con el fin de que los respectivos comités olímpicos boicoteen Banyoles durante los Juegos de 1992.

Pieles humanas y fetos

El alcalde de la población reconoce que la ciudad "está dividida" respecto al destino del hombre disecado. Solana es de los que entienden que el individuo, procedente de la tribu bechuana que vive en las montañas del Kilimanjaro (Tanzania), "no debería exponerse, como tampoco deberían exponerse las pieles humanas y los fetos del museo". Los que defienden su exhibición -entre los que se encuentran ecólogos- argumentan que el africano disecado es uno de los elementos que responden al concepto de museo de historia natural que se tenía en el siglo XIX.Tras recibir la carta de Arcelín, Solana encargó a un grupo de técnicos de museos un informe a partir del cual se elaborará la respuesta, "lo más técnica posible", a la petición del ciudadano de Cambrils. El alcalde indicó que "no se actuará en respuesta a las amenazas de boicotear los Juegos". Solana asegura que el de Banyoles no es el único museo en el que se expone una persona disecada y que este hecho en ningún caso responde a una actitud racista.

Sin embargo, para el médico de Cambrils la exposición de un negro disecado es inconcebible. "Me sentí muy mal cuando supe -a través de un reportaje publicado en EL PAÍS- que existía una cosa que no se encuentra ni en Suráfrica", manifiesta.

El bechuana disecado, que llegó a Banyoles de la mano del biólogo Francesc Darder, quien lo adquirió en la Exposición Universal de Barcelona de 1888, se ha convertido en un signo de identificación de la ciudad gerundense, una de las que mayor número de inmigrantes africanos acoge.

A pesar de todo, un importante sector de la población mantiene un curioso afecto por este africano de trágico destino (las encargadas del museo explican que fue encontrado muerto decapitado antes de ser disecado). Su figura ha inspirado incluso objetos de diseño, como la lámpara en forma de lanza -similar a la que sujeta el africano del museo Darder- creada por el diseñalor local Lluís Vilà.

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