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Cartas al director
Opinión de un lector sobre una información publicada por el diario o un hecho noticioso. Dirigidas al director del diario y seleccionadas y editadas por el equipo de opinión

Más sobre drogas y la 'ley Corcuera'

Parece que la táctica mejor utilizada por la clase política que nos gobierna es la del miedo (es posible que sea) el punto débil de los habitantes de este país). Hace unos años, cuando vieron tambalear su puesto de trabajo en el referéndum de la OTAN, se dedicaron a inculcar el miedo en los votantes para conseguir cambiar los resultados, ¡y lo consiguieron!Ahora se trata de la Ley de Seguridad Ciudadana, que sombreada de una cierta inconstitucionalidad, y lejos de ser una solución para el problema del narcotráfico, nos someten a un Estado policial. Todos los problemas de este país se reducen a la droga (¡por favor, no somos subnormales!). Según el ministro Corcuera, el modelo policial a seguir es el de EE UU (apalear hispanos y negros por jaurías humanas ... ), país con el que no tenemos nada que ver y del que no creo que haya que copiar nada.

Ministro Corcuera: usted no sabe que somos habitantes nacidos en un país que tiene su propia identidad y todo lo arreglan copiando de fuera. ¡Un poco de imaginación! ¡Ya sabemos que tienen muchos errores y no sirven, sólo para machacarnos, y, además, no tienen ningún derecho a montarse un mundo a su medida, ya que es nuestro mundo, y no lo olviden! Trabajar para nosotros, y no al revés, que parece que se les ha subido el poder a la cabeza y van de señores feudales.-

Siempre he desconfiado de las soluciones simplistas que pretenden resolver problemas complejos. Sobre la cuestión de la droga, los grupos más conservadores de la sociedad quieren vendernos que la imposición de multas a los drogadictos es la panacea universal. Nada más alejado de la realidad. En primer lugar, es convertir a las víctimas en chivos expiatorios. En segundo lugar, la medida es impracticable por la simple razón que los yonquis que se autoinyectan en la calle no tienen ni un duro en el bolsillo.

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En último término, lo único que se logrará es esconder la situación, pero nunca cambiarla. Hacen falta políticas activas de actuación en los barrios deprimidos. Lo demás es demagogia.- Vanesa Quintas. Barcelona.

Desde hace ya varios meses, el problema de la droga ha pasado al primerísimo plano de la actualidad nacional, llegando incluso a convertirse en una especie de obsesión entre políticos, medios de comunicación social y todos los ciudadanos.

Sin embargo, los recientes acontecimientos (patrullas ciudadanas, bandos municipales y el debate parlamentario sobre la Ley de Seguridad Ciudadana) me han hecho comprender que en nuestra sociedad existe un elevado grado de desinformación acerca de la droga.

Para una adecuada solución a este problema, considero indispensable que se informe a la población de una manera objetiva y seria, sin frivolizar ni atemorizar. Un medio informativo que posea cierta responsabilidad cívica no puede inhibirse ante el papel que le toca jugar, a pesar de todas las presiones en contra que pueda recibir.

A continuación le expongo una serie de puntos concretos que ponen de manifiesto la urgente necesidad de desarrollar una labor pedagógica e informativa:

- La droga es un problema de origen social, que nos atañe a todos. Mucha gente se inicia en el consumo buscando evadirse de la desilusión y la angustia que conllevan sus vidas sin expectativas. El yonqui es el caso extremo, y necesita ayuda de la sociedad, nunca ser perseguido y apaleado por ello.

- No es lo mismo un consumidor, ocasional o habitual, persona capaz de comportarse con toda normalidad en su vida, que un drogadicto, que es aquella

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persona que ha perdido su libertad ante la droga.

- La mayoría de los que se inician en las drogas lo desconocen casi todo acerca de ellas. Es fundamental que toda la población, desde los jóvenes hasta los viejos, conozca los distintos tipos -de drogas (legales e ilegales) que existen, así como sus efectos, orígenes y aplicaciones.

-No todas las drogas son iguales. Pese a lo que algunos políticos digan, las diferencias entre drogas blandas y duras son ostensibles, Salta a la vista que no es lo mismo fumarse un porro que meterse un pico, y eso implica que requieren tratamientos diferentes.

Según la Organización Mundial de la Salud, el alcohol es clasificado como droga dura, pese a lo cual es legal en España, mientras que el cannabis, ilegal, se engloba en el apartado de drogas blandas, de menor daño a la salud. El hecho de que una droga sea o no legal se apoya en tradiciones culturales, las cuáles, por otra: parte, no permanecen inamovibles. Sospecho que son numerosos los casos de aquellos que despotrican contra los drogadictos, mientras se atiborran de alcohol.

- Existen alternativas a la represión que reflejan mayor tolerancia y mayor libertad individual de elección.

- El mundo de la droga está movido por complejas mafias internacionales, que son a las que realmente hay que perseguir.

- A lo largo de la historia siempre ha -habido drogas, siempre existía la posibilidad de. esa evasión. ¿No será que ello forma parte de la condición humana? Abusar es malo, igual que darse un atracón de pasteles, pero tal vez el hombre necesite en parte una vía de escape y no hay por qué escandalizarse con ello.- Javier Santos. Pascualena. Madrid.

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