"Brutal" subida de los impuestos para los pequeños comerciantes
La entrada en vigor del impuesto sobre actividades económicas (IAE) en enero de 1992 supondrá un "aumento brutal" de la presión fiscal, en especial para los pequeños comercios. Así lo anunció ayer el concejal de Hacienda del Ayuntamiento de Madrid, Fernando López Amor, quien comparó la implantación del IAE con "el catastrazo". Algunos pequeños comercios pueden pasar de pagar 10.000 pesetas a 45.000 el año que viene, según estimaciones del Ayuntamiento.El impuesto sobre actividades económicas sustituirá, a partir de enero de 1992, a las licencias fiscales y a los impuestos de radicación en los ayuntamientos españoles. Afectará a todos los empresarios y profesionales, que pagarán unas tarifas en función de la calle donde tengan el negocio y la superficie del local. Además, los ayuntamientos pueden multiplicar estas tarifas de acuerdo con sus necesidades de recaudación.
Como punto de partida, el Ministerio de Hacienda quiere elaborar un censo en el que deben darse de alta los empresarios y profesionales hasta medidados de diciembre próximo. En Madrid, este censo está gestionado por el Ayuntamiento, y, de momento, la operación no tiene demasiado éxito. Según Fernando López Amor, de un colectivo estimado. en 400.000 empresarios y profesionales, sólo se han dado de alta hasta la fecha unos 30.000.
Datos para el fraude fiscal
El censo proporcionará a Hacienda un material de.primera mano con vistas a perseguir el fraude fiscal, bajo la sospecha de que los únicos que pagan impuestos en toda regla son los que viven de una nómina. De aquí las reticencias a darse de alta en el nuevo impuesto, que además supondrá en muchos casos un aumento significativo de la presión fiscal.Las grandes superficies comerciales, las empresas importantes en sectores industriales y las entidades financieras pueden pagar menos, sin embargo, según reconoció López Amor.
La sospecha de que la operación para realizar el censo va a ser un fracaso hace que en los cálculos del Ayuntamiento para 1992 se contemple que los ingresos por el nuevo IAE sean iguales a los que se habrían obtenido por los impuestos sustituidos, es decir, la licencia fiscal y el impuesto de radicación.
La sorpresa se producirá dentro de un año, cuando el Ayuntamiento de Madrid empiece a enviar los nuevos recibos; de aquí que López Amor comparara esta operación con "el catastrazo". Madrid ha decidido, por otra parte, agotar casi al máximo sus posibilidades de aumentar las tarifas.
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