Misteriosa muerte del magnate Robert Maxwell
Robert Maxwell, el más polémico magnate de la prensa internacional, murió ayer ahogado en el océano Atlántico. Su cuerpo fue hallado a primeras horas de la noche a 27 millas de la costa de Gran Canaria, tras casi ocho horas de intensa búsqueda. Se supone que cayó al mar entre las 5.45 de la madrugada, la última vez que se habló con él, y las 10.45 de la mañana, cuando se descubrió su desaparición. Maxwell estaba en horas bajas, agobiado por problemas financieros y acusado por un periodista de ser un agente del espionaje israelí. "Fue el ciudadano Kane de su época", dijo John Major, primer ministro británico.
El cadáver de Robert MaxweIl fue rescatado del mar por un helicóptero a 27 millas del suroeste de Gran Canaria, a las 19.00 (hora local). Un avión Fokker del Servicio Aéreo de Rescate (SAR) del Ministerio de Defensa localizó flotando boca abajo en el mar el cuerpo sin vida del magnate de la prensa. El cadáver fue recuperado sin ropa y sin muestras visibles de violencia, si bien presentaba una pequeña herida en la oreja derecha.El juez Luis Gutiérrez San Juan ordenó a las diez de la noche el levantamiento del cadáver tras ser reconocido por su viuda Elizabeth y uno de sus hijos en la base aérea de Gando, en Gran Canaria. Los restos mortales de MaxweIl fueron trasladados al instituto Anatómico Forense de Las, Palmas, donde, previsiblemente, hoy le será practicada la autopsia.
La esposa y Philip, uno de los hijos del magnate, llegaron a las 20.00 horas de ayer al aeropuerto Reina Sofía de Tenerife, desde el que siguieron. viaje hacía la base aérea de Gando, donde estaba depositado el cadáver rodeado de fuertes medidas de seguridad. Mientras Philipe Maxwell volaba desde Londres al archipiélago mostró, a través del teléfono, su sorpresa ante la noticia de la supuesta caída al mar de su padre. "No me lo puedo creer; seguro, que se trata de un secuestro", llego a decir minutos antes de que fuera localizado el cuerpo. Philipe sabía que Robert Maxwell estaba en un crucero de recreo pero desconocía dónde.
Un avión Fokker que participaba en las tareas de búsqueda localizó el cuerpo sin vida flotando a las 17.46 horas. Poco después un helicóptero evacuaba el cadáver cuya descripción coincidía con la facilitada sobre Maxwell por su hijo y el capitán del yate: 1,90 metros de estatura, alrededor de 140 kilogramos de peso, pelo y ojos negros, una pequeña cicatriz junto al ojo derecho y unos 69 años de edad.
Maxwell se tomó unos días de vacaciones el pasado jueves para navegar en su yate, el majestuoso Lady Ghislaine, por aguas canarias. Tomó un avión hasta Gibraltar, donde embarcó en el yate, con el que se dirigió hacia Madeira y después hacia las islas Canarias. Dijo al despedirse de sus colaboradores en Londres que estaba aquejado de una gripe, pero a lo largo de estos días atendió normalmente las llamadas telefónicas que le llegaban desde los distintos lugares del mundo donde poseía negocios.
La última de estas llamadas se produjo a las 4.45 horas de la madrugada, desde Nueva York. El magnate se puso al teléfono, pese a lo intempestivo de la hora, y a las 5.45, según manifestó el capitán, habló por teléfono con la tripulación en el puente de mando. para pedirles que apagasen el aire acondicionado. Nadie sabe qué sucedió exactamente entre ese momento y las 10.45 de la mañana, cuando le llamaron nuevamente por teléfono al Lady Ghislaine, esta vez desde Londres, y no se le encontró en su camarote. Los tripulantes registraron infructuosamente la nave y finalmente, a las 11.45, el capitán Rankin pidió socorro vía satélite.
El grupo Mirror dio a conocer la noticia de la desaparición a las 15.15 de la tarde, hora británica. Charles Wilson, directivo y portavoz del diario sensacionalista Daily Mirror, el principal medio informativo de MaxweIl, dijo que el periódico seguía funcionando normalmente y que la cotización en la bolsa de Londres de las acciones de sus dos principales compañías, MaxweIl Communication Corporation (MCC) y Mirror Group Newspapers(MGN), había sido suspendida como medida cautelar para evitar un desplome ante la incertidumbre de la situación creada por las noticias sobre la desaparición del magnate. Al tiempo, los dos hijos mayores del multimillonario, Ian y Kevin, se hacían cargo de su dirección.
El líder de la oposición británica, el laborista Neil Kinnock, fue la primera personalidad que expresó su "profunda pena" por la muerte del controvertido multimillonario. MaxweIl no sólo era un fiel militante y generoso financiador del Partido Laborista, sino que había sido uno de sus parlamentarios en la Cámara de los Comunes entre 1964 y 1970 en representación de la circunscripción de Buckingham. El primer ministro, John Major, habló de MaxweIl como de "un gran carácter" que "siempre tuvo fe en la fuerza de la democracia". Fue, dijo, "el-Ciudadano Kane de su época". El presidente del Partido Liberal Demócrata, Paddy Ashdown, afirmó que todos sus pensamientos se dirigían a "la infortunada familia" del magnate.
Acusado de espía
Richard Stott, director del Daily Mirror, dijo ayer: "Hablé con Maxwell la pasada noche y me pareció que estaba bien, no estaba deprimido pero sí muy enfadado por las acusaciones contra él del libro de Seymour Hersh".
El libro The Samson Option, del periodista norteamericano Seymour Hersh, publicado hace dos semanas, complicó aún más la conflictiva situación de Maxwell. En el libro, una exhaustiva investigación sobre el desarrollo del arsenal nuclear israelí, se acusaba a Maxwell y a uno de sus periodistas, Nick Davies (jefe de información internacional del Daily Mirror), de colaborar con el Mossad, el servicio de espionaje israelí. MaxweIl se defendió airadamente y defendió con igual fervor a Davies, querellándose contra Hersh y los editores del libro. Ocho días después despidió a Davies, y reconoció que éste "había mentido" y que, si no con el Mossad, tenía alguna relación con el tráfico de armas.
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