¿De qué viviré?

Se felicita el ministro García Valverde de que el debate sobre el informe Abril "ha permitido que el país medite sobre lo mucho que gastamos en farmacia" (EL PAÍS, 29 de septiembre).Tengo una farmacia (a mí me gusta más el -nombre de botica) en un pequeño municipio de 300 habitantes en la sierra de Huelva, donde poco se gasta en farmacia a tenor del número de habitantes y de las características sociales de la población, donde predominan los jubilados con pensiones... de risa. Desde este punto de vista, me planteo que si se reduce el número de medicamentos que quedarán, cubiertos por la Seguridad Social, ¿de qué viviré yo? Lo más probable es que tenga que cerrar la farmacia y el pueblo vuelva a la carretera en busca de sus medicamentos o bien a la tienda de comestibles, donde estaba antes el botiquín.

Pienso que en estas zonas rurales los farmacéuticos y farmacéuticas realizamos una fructífera labor de asesoramiento y seguimiento de nuestros pacientes, además de prestar un inestimable servicio a la comunidad en el área de la salud y que lamentablemente puede desaparecer por una mala planificación de las autoridades sanitarias de este país.

¿No lo cree usted así, señor ministro?-