El Gobierno y el PSOE coinciden en prorrogar el actual sistema de financiación autonómica con algunos retoques

El actual sistema de financiación autonómica ha funcionado bien, porque ha permitido una cada vez mayor descentralización del gasto público y ha dotado de recursos suficientes a los gobiernos autónomos. Esta es la conclusión central de la reunión que mantuvieron el pasado lunes en La Moncloa representantes del aparato regional del PSOE con el presidente del Gobierno, Felipe González, y el ministro de Economía, Carlos Solchaga.Tras este razonamiento, la postura que ha unificado los criterios del partido y el Gobierno consiste en prorrogar el actual sistema de financiación, una vez corregidos algunos desajustes. En esta idea coincideron ayer varios de los asistentes a la reunión del lunes que, por otra parte, la calificaron de "poco operativa". Estos encuentros "numerosos" son infrecuentes "y algunos aprovechan la ocasión para hacer declaraciones de principios".

De hecho, apenas se entró en el debate sobre la corresponsabilidad fiscal, aspecto que ha provocado división en el Gobierno y en el PSOE. Las posturas siguen enfrentadas entre los partidarios de ceder una parte de la recaudación del impuesto sobre la renta, y los que están en contra por calificar esta medida de insolidaria. Tras la reunión de La Moncloa, lo único que ha quedado claro sobre este aspecto es que se trata de un tema "para la reflexión".

Ello abunda en la impresión generalizada de que el debate sobre financiación autonómica, que hoy se inicia formalmente con la reunión del Consejo de Política Fiscal y Financiera, se abordará en dos tiempos, según la intención del Gobierno. Primero, de aquí a final de año, se tratará con las comunidades autónomas de detectar y plantear soluciones a los problemas del actual sistema de financiación, sin modificar el modelo de base. Sólo si este acuerdo se produce en fecha (antes del 31 de diciembre) se pasaría a debatir la cesión del impuesto sobre la renta, para lo que no hay calendario. Fuentes oficiales insisten, por otra parte, en que el Gobierno afronta estas negociaciones con una "mentalidad abierta", tanto sobre el calendario como sobre los temas a tratar.